Bloomberg — Para 2030, Arabia Saudita se ha propuesto captar setenta millones de turistas extranjeros por año, con lo que pretende agilizar un plan de US$800.000 millones para convertirse en un centro turístico y uno de los países más visitados del planeta.
El reino ha incrementado su meta con respecto a la previa cifra de cincuenta millones de visitantes, dijo el ministro de Turismo, Ahmed Al Khateeb, durante una entrevista. Para este año, el número se situará entre veinticinco y treinta millones, precisó.
Se trata de “una meta muy aceptable” para el final de este decenio, teniendo en cuenta la enorme inversión que se está realizando para construir más complejos hoteleros y una nueva compañía aérea que lleve a los visitantes al país, añadió.
Este país de Medio Oriente, cerrado en su mayor parte a los turistas, salvo a los peregrinos musulmanes hasta 2019, está invirtiendo cuantiosas sumas en la edificación de hoteles y complejos vacacionales a orillas del Mar Rojo. Asimismo, está acondicionando sitios históricos, entre ellos la región desértica de Al Ula y Diriyah, el hogar de los antepasados de la familia reinante saudí.
La campaña para atraer más turistas es parte de la ambición del príncipe heredero Mohammed bin Salman de diversificar la economía de US$1,1 billones dependiente del petróleo. El gobernante de facto quiere que el turismo represente el 10% del producto interno bruto para 2030, lo que ayudará a obtener divisas de fuentes distintas a las exportaciones de petróleo.
Al Khateeb dijo que el gobierno también había revisado al alza su objetivo para 2030 para el total de viajes turísticos anuales, una cifra que incluye a los viajeros locales, de 100 millones a 150 millones.
Arabia Saudita organizó el miércoles un evento para conmemorar el Día Mundial del Turismo de las Naciones Unidas. Incluyó la presencia del Ministro de Turismo de Israel, Haim Katz, en lo que fue la visita oficial de más alto nivel de un funcionario israelí al reino hasta el momento. La medida fue una señal más del fortalecimiento de los lazos entre los países, que están negociando un acuerdo con Estados Unidos que les permitiría establecer relaciones diplomáticas formales.
Aún así, el ministro israelí estuvo en Riad porque la ONU “invita a todos los estados miembros”, dijo Al Khateeb. “Vinieron por eso, independientemente de si tenemos una relación diplomática o no”.
A principios de este año, a los ciudadanos israelíes se les impidió asistir a una ceremonia turística de la ONU en Arabia Saudita en honor a ciudades y pueblos, incluido Kfar Kama, de mayoría musulmana, en Israel. La ONU invitó a los israelíes a asistir, pero Arabia Saudita nunca expidió visas.
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