Bloomberg — China gasta miles de millones de dólares cada año para mejorar su imagen en todo el mundo, entre otras cosas patrocinando a personas influyentes en Internet y apoyando a gobiernos autoritarios mediante la exportación de tecnología de “ciudades inteligentes”, según afirma el Gobierno estadounidense en un nuevo informe.
El Global Engagement Center del Departamento de Estado, que trabaja para contrarrestar la desinformación y la propaganda extranjeras, calificó a China de “preocupación principal” en un informe de 81 páginas publicado el jueves en el que se argumenta que Pekín ha trabajado para difundir información falsa en todo el mundo, amplificar su propaganda y suprimir y censurar las voces disidentes.
“La República Popular China emplea diversos métodos engañosos y coercitivos para intentar influir en el entorno informativo internacional”, afirma el informe, que utiliza el nombre formal del país, República Popular China. “Sin control, los esfuerzos de la RPC remodelarán el panorama mundial de la información, creando sesgos y lagunas que podrían incluso llevar a las naciones a tomar decisiones que subordinen sus intereses económicos y de seguridad a los de Pekín”.
El informe del Departamento de Estado llega incluso cuando EE.UU. continúa un proceso de reanudación de relaciones diplomáticas con China. Altos funcionarios estadounidenses y chinos han mantenido recientemente conversaciones sobre diversos asuntos, entre ellos si el líder chino Xi Jinping acudirá a Estados Unidos para celebrar una cumbre económica en noviembre.
El informe indica que China se ha centrado principalmente en África, Asia y América Latina. En él se afirma que China paga por una cobertura favorable de los medios de comunicación en África Oriental -aunque oculta su patrocinio- y también trata de “obtener un control significativo” sobre los medios de comunicación de Pakistán. Detalla los intentos de China de presionar a los periódicos para que se retracten de su contenido y los esfuerzos de los diplomáticos chinos por presionar a las universidades.
Entre los motivos de preocupación citados en el informe están el apoyo de Pekín a los “autoritarios digitales” mediante la exportación de infraestructura digital y capacidades de vigilancia, y la “contracción de la libertad de expresión en el mundo”, ya que los gobiernos locales temen enfadar a China.
China ha respondido a las acusaciones de Estados Unidos de influir indebidamente en otros países. En una declaración de agosto, el Ministerio de Asuntos Exteriores afirmó que es el gobierno de Estados Unidos el que “no sólo ha llevado a cabo un ciberespionaje a gran escala, sistemático e indiscriminado contra otros países del mundo, sino que también ha intentado recientemente desplegar fuerzas cibernéticas en países relevantes en nombre de la cooperación para el desarrollo de capacidades con el fin de infiltrarse en el sistema cibernético de estos países”.
Lee más en Bloomberg.com