Bloomberg — Mitsubishi Motors está haciendo los arreglos finales con su socio chino Guangzhou Automobile Group para poner fin a la producción en China, informó el miércoles el diario Nikkei, dos meses después de que el fabricante de automóviles japonés suspendiera su actividad en el país tras años de malas ventas.
Un portavoz de Mitsubishi Motors dijo a Bloomberg News que la compañía está “discutiendo planes de futuro entre los accionistas y nada está finalizado todavía.”
La empresa, GAC Mitsubishi Motors, tiene una fábrica en la provincia de Hunan, en el sur de China. A principios de este año, Mitsubishi Motors dijo que paralizaba indefinidamente su negocio en China y que iba a despedir personal. El 12 de julio circuló por las redes sociales chinas una nota de la empresa en la que se afirmaba que las ventas habían caído muy por debajo de las expectativas en un mercado que está cambiando rápidamente a los vehículos eléctricos.
“En los últimos meses, la dirección y los accionistas han intentado hacerlo lo mejor posible, pero debido a las condiciones del mercado y con gran reticencia y pesar, tenemos que aprovechar la oportunidad de la transición a los vehículos de nueva energía. La empresa se recuperará tras pasar por pruebas y adversidades”, dice la nota.
Los problemas de Mitsubishi en China se suman a los de otros fabricantes japoneses, que han tardado en lanzar vehículos eléctricos y han perdido cuota de mercado frente a competidores más recientes como Tesla y BYD.
Las ventas de Honda Motor y Nissan Motor en China, el mayor mercado automovilístico del mundo, llevan cayendo al menos dos años. Las entregas de Toyota Motor disminuyeron el año pasado por primera vez en una década.
El Consejero Delegado de Mitsubishi Motors, Takao Kato, declaró en mayo que estaba claro que la empresa necesitaba revisar su estrategia en China.
Los compradores chinos se están aficionando a los vehículos eléctricos como nadie: uno de cada cuatro coches vendidos en el país el año pasado era eléctrico. Aunque los fabricantes japoneses se han comprometido a lanzar más vehículos eléctricos, les está costando alcanzar a los líderes del mercado, Tesla y BYD, y a otros fabricantes chinos como Nio y Xpeng.
Mitsubishi Motors sólo vendió 515 de sus vehículos utilitarios deportivos eléctricos Airtrek en China en 2022, mientras que su producción total en el país se redujo a 1.530 coches en enero, y luego a nada, ya que se suspendieron las operaciones.
La empresa declaró en marzo que planea invertir hasta 1,8 billones de yenes (US$12.000 millones) en electrificación para 2030. Sus acciones han subido un 20% en Tokio desde principios de abril.
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