Las divisas emergentes caen y están a punto de borrar las ganancias de 2023

El reciente aumento de la volatilidad mundial ha ido restando atractivo a las divisas, ya que el riesgo de posicionarse en esos activos aumentó sin verse totalmente compensado por una mayor rentabilidad

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Bloomberg — Las divisas de los mercados emergentes están a punto de borrar todas las ganancias acumuladas en 2023, ya que la preocupación por la economía china y los tipos de interés de EE.UU. agria el ánimo con los activos de mayor riesgo.

El real brasileño fue una de las divisas que más bajó el miércoles, a punto de encadenar su mayor racha de pérdidas en más de dos años. Por su parte, el índice MSCI de divisas de países en vías de desarrollo está atravesando su peor trimestre de 2023, con una caída que le ha llevado a cotizar un 0,1% por encima del nivel de finales de 2022. Un índice similar para las acciones ya borró un avance anual la semana pasada.

La expectativa de que la Reserva Federal mantenga los tipos al alza durante más tiempo, en medio de señales de fortaleza de la economía y dudas sobre las perspectivas de crecimiento de China, ha disparado la volatilidad mundial, llevando a los operadores a deshacer posiciones alcistas en los mercados emergentes. El repunte de los precios del crudo, que alcanzaron su nivel más alto en un año, aumenta aún más las preocupaciones.

“En realidad, no hay dónde esconderse”, dijo Alejandro Cuadrado, director global de estrategia de divisas y Latinoamérica de BBVA, en relación con las caídas. La venta masiva de los bonos mundiales, impulsada también por el hecho de que el petróleo haya alcanzado nuevos máximos, está provocando una liquidación de riesgos más amplia en las divisas, añadió.

La caída del real brasileño en las últimas siete sesiones (3,9%) ni siquiera es la mayor entre los países en desarrollo. El forint húngaro y el peso colombiano han caído al menos un 4% cada uno, mientras que el peso mexicano le sigue de cerca, con un descenso del 3%.

Las salidas del real fueron tan intensas en los últimos días que empujaron al llamado casado -la diferencia en puntos entre su precio al contado y el contrato de futuro más corto negociado en la bolsa local- a territorio negativo. Eso coloca al mercado en lo que los inversores llaman “backwardation”, con precios al contado superiores a los futuros aunque Brasil tenga tipos más altos que Estados Unidos. Es un acontecimiento poco frecuente que sólo se produce en épocas de demanda exacerbada de dólares físicos.

El real rompió tanto el nivel de 5,00 por dólar, que había estado atrayendo compradores en los últimos meses, como su media móvil de 200 días, encabezando las pérdidas en los mercados emergentes junto con el peso colombiano.

El reciente aumento de la volatilidad mundial también ha ido restando atractivo a las divisas para los carry traders, ya que el riesgo de posicionarse en esos activos aumentó sin verse totalmente compensado por una mayor rentabilidad. El real brasileño ofrece ahora la relación más baja entre carry y volatilidad desde enero, y el peso mexicano, ampliamente percibido como el rey del carry, es también significativamente menos atractivo.

Según Brendan McKenna, estratega de Wells Fargo, “la combinación de una economía estadounidense resistente, una Reserva Federal todavía agresiva y los retos económicos en China está pesando sobre los activos sensibles al riesgo”.

--Con la colaboración de Leda Alvim, Giovanna Bellotti Azevedo y Zijia Song.