Bogotá — Mientras en EE.UU. el mercado inmobiliario muestra señales de recuperación tras la presión sufrida en el último año, en China se presenta un bajo dinamismo que refleja la frágil confianza de hogares y empresas, un sentimiento que tiene eco en otras regiones del planeta como Latinoamérica, en donde los mejores días para ese sector están quedando en el pasado a raíz de un mayor costo de vida, altas tasas de interés y la desaceleración económica.
Latinoamérica está atravesando una fase de desaceleración económica y en este escenario “el sector inmobiliario es uno de los más afectados”, en medio de una lucha contra la inflación que mantiene las tasas aún elevadas, concluyó el informe Perspectiva inmobiliaria internacional 2023, de la Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado en Bancolombia.
“Ante este entorno, el sector inmobiliario es uno de los que está experimentando el momento más desafiante, dada la alta dependencia que suele tener el gasto de inversión fija de las empresas y los hogares”, concluye el documento.
Los analistas esperan que esta situación se empiece a revertir en la medida en la que las tasas de interés continúen reduciéndose, como ya ha venido ocurriendo.
No obstante, advierten que “en cualquier caso no será sino hasta una estabilización total del ciclo macrofinanciero mundial en 2025 cuando se podría esperar una situación más constructiva para el sector”.
Respecto a América Latina, se espera que se registren crecimientos económicos bajos (1,8% y 1,6%) en 2023 y 2024. El retador panorama macrofinanciero mundial, la alta inflación, el limitado espacio fiscal, las adversidades climáticas, la disminución de la inversión y la desaceleración del comercio serán las claves detrás de esa tendencia.
Perspectiva inmobiliaria internacional 2023
Este panorama económico estará acompañado de un débil desempeño del sector inmobiliario, que estaría relacionado con el comportamiento de la política monetaria, detallaron.
Por citar un ejemplo, durante el primer semestre de este año se vendieron en Colombia 64.266 unidades de viviendas nuevas, lo que supuso una caída significativa frente a las 137.531 reportadas en el mismo período de 2022, según la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol).
Colombia, en donde aún no se ha iniciado el proceso de recorte de tasas en medio de la lucha contra la inflación, podría cerrar 2023 con ventas de vivienda cercanas a las 125.600 unidades, con un promedio de 10.000 unidades mensuales en lo que resta del año, según las proyecciones de Bancolombia.
En los mayores mercados de la región también se ha reflejado esta dinámica en 2023 y en Brasil las unidades residenciales vendidas se contrajeron un 9,2% en el primer trimestre de este año en comparación al mismo período del 2022, según la Cámara Brasileña de la Industria de la Construcción (CBIC).
Y al analizar los lanzamientos se tiene que estos cayeron de los 87.315 en el cuarto trimestre de 2022 a 48.554 en el primer trimestre de 2023, lo que significó un desplome del 44,4%.
Los factores que inciden en el desempeño inmobiliario en LatAm
En el reporte sobre la Perspectiva inmobiliaria internacional 2023 se explica que el sector inmobiliario brasileño ha tenido un débil desempeño ante las altas tasas de interés y los elevados costos de los materiales de construcción.
Y si bien la actividad económica se ha desacelerado en el gigante sudamericano, los analistas destacan un consumo de los hogares resiliente y “una inflación que se ha moderado más rápido de lo previsto”, con lo que el país ya ha iniciado el ciclo de relajamiento de la política monetaria.
La política monetaria también estaría incidiendo en el desempeño del sector inmobiliario en México, en donde la economía ha crecido por debajo de su objetivo a pesar de la resiliencia que ha expuesto en sectores como comercio y servicios.
No obstante, se advierte en informe, “la inversión sigue lastrada por el débil crecimiento de la construcción, de nuevo a raíz del elevado costo del financiamiento”, un factor que también estaría incidiendo en el sector inmobiliario chileno, junto con la desaceleración de la actividad económica.
“El panorama en Chile, entre tanto, es más retador, pues registra tres trimestres consecutivos de retrocesos. En esto ha sido clave la caída de las actividades de comercio, transporte, minería y manufactura y la débil demanda interna como resultado de un menor consumo de los hogares a pesar de la desaceleración de la inflación y el recorte de las tasas de interés”, dice el documento sobre este mercado.
Ya en el caso peruano se evidencia que el sector inmobiliario se encuentra en terreno contractivo, lo que estaría asociado al declive de la inversión y las cifras de bajo consumo de cemento.
El panorama del sector inmobiliario en EE.UU. y China
En el caso de EE.UU. se explica que las ventas de vivienda han repuntado y presentan una recuperación significativa al registrar en julio variaciones en su dato anualizado de +39,7% a/a. Y en vivienda usada las ventas anualizadas en julio llegaron a 4,07 mn de unidades, recortando diferencias frente al dato logrado en 2022.
Con esto se concluye que, “a pesar del material incremento en las tasas de hipotecas, la solidez de la economía y el mercado laboral estadounidense permiten que el mercado inmobiliario se recupere tras la presión sufrida en el último año”.
A pesar de esto, los constructores mantienen inquietudes frente al desempeño de este segundo semestre luego de que el Housing Market Index, un termómetro frente a la demanda de inmuebles para uso familiar elaborado por la NAHB (National Association Home Builders), tocara en agosto 50 puntos.
En China, se advierte en el informe sobre los aumentos de la cartera vencida a medida que se extienden los problemas inmobiliarios, como es el caso del Agricultural Bank of China (+8,6%) y China Construction Bank (+8,1%).
Para los analistas, esta métrica “debe continuar monitoreándose luego de los impactos por la crisis del sector inmobiliario, teniendo en cuenta que la participación promedio de la cartera inmobiliaria residencial de las mayores entidades se ubicó en 27,5% al cierre de 2022, mientras que las hipotecas comerciales participaron con el 5,1%”.
Y aunque detallan que “los principales bancos chinos reflejan indicadores financieros saludables, mantienen una alta exposición de su cartera en hipotecas residenciales, lo que ha impactado el deterioro de la misma (…) El mercado inmobiliario chino es clave en la economía y parte esencial del sistema financiero, por lo tanto, su salud financiera tiene importancia sistémica”.
Se proyecta que el valor del mercado inmobiliario global supere los US$613 billones en 2023, con un fuerte impulso del sector residencial y de mercados desarrollados como China, que podría aportar US$131,20 billones, de acuerdo a cálculos de la firma alemana Statista.