Bloomberg — El gobierno de Biden ha accedido a proporcionar a Ucrania un número limitado de misiles ATACMS de largo alcance, tras una petición al respecto por parte del presidente Volodymyr Zelenskiy, según dijeron personas familiarizadas con el asunto.
El presidente dio marcha atrás en su reticencia inicial a proporcionar las armas, que Zelenskiy ha solicitado en repetidas ocasiones para que su ejército pueda alcanzar objetivos en zonas más profundas del territorio controlado por Rusia. Biden informó a Zelenskiy de la decisión el jueves, cuando el dirigente ucraniano estaba de visita en Washington para exponer sus argumentos a favor de un mayor apoyo, dijo una de las personas.
La Casa Blanca y el Departamento de Estado declinaron hacer comentarios. En una sesión informativa celebrada el jueves, el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, dijo que hasta la fecha Biden “ha determinado que no proporcionaría ATACMS, pero tampoco lo ha retirado de la mesa en el futuro”.
NBC News informó de la decisión a primera hora del viernes.
Los funcionarios estadounidenses se han mostrado recelosos de proporcionar el ATACMS, o Sistema de Misiles Tácticos del Ejército, por temor a que Ucrania utilizara el sistema para atacar objetivos dentro de Rusia y provocara un conflicto más amplio fuera de Ucrania. Los funcionarios también citaron la preocupación por el agotamiento de los suministros estadounidenses de los misiles que podrían necesitarse para conflictos en otros lugares.
La decisión de seguir adelante puede despejar el camino para que Alemania proporcione a Ucrania sus misiles de crucero Taurus, que tienen un alcance aún mayor. No hubo respuesta inmediata de Berlín a la decisión estadounidense del viernes.
De momento, Kiev ha estado utilizando misiles Storm Shadow del Reino Unido y misiles Scalp franceses contra objetivos en territorio ocupado, pero ha habido informes de que los suministros de éstos podrían escasear pronto.
El más reciente paquete de ayuda militar de Biden para Ucrania, que asciende a US$325 millones, incluye una segunda ronda de municiones de racimo para cañones obús de 155 milímetros. Estados Unidos accedió por primera vez a enviar las controvertidas municiones en julio.
El envío de ATACMS sería sólo el último caso en el que la administración ha dado marcha atrás en su resistencia inicial a proporcionar sistemas de armas cada vez más avanzados, incluidos los tanques Abrams y los Sistemas de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad, o HIMARS. Los funcionarios de la administración han dicho que los pasos lentos (que a menudo han frustrado a Ucrania) tienen como objetivo evitar una escalada por parte de Rusia.
La administración también está permitiendo que los aliados envíen a Ucrania aviones de combate F-16 de fabricación estadounidense.
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