Bloomberg — Rupert Murdoch dejará su puesto como presidente del consejo de administración de Fox Corp. y News Corp., y pasará a ser presidente emérito de ambas compañías.
Su hijo Lachlan se convertirá en el único presidente de News Corp. y continuará como presidente ejecutivo y CEO de Fox, dijo la compañía en un comunicado este martes.
“De parte de los consejos de administración de Fox y News Corp., los equipos de liderazgo y todos los accionistas que se han beneficiado de su trabajo duro, felicito a mi padre por su impresionante carrera de 70 años de duración”, dijo Lachlan Murdoch.
Rupert Murdoch, de 92 años, ha sido una de las figuras más influyentes y controvertidas de los medios de comunicación. Ha inflamado e influido en la opinión pública a través de un imperio global que incluía tabloides chillones, sofisticados periódicos de gran tirada como el Wall Street Journal y propiedades televisivas en Estados Unidos y el Reino Unido.
Su marcha deja a su hijo al frente de un imperio mediático mundial que Murdoch creó a partir de un periódico local en Australia.
Fox Broadcasting Co. de Murdoch arrebató cuota de mercado a NBC, CBS y ABC y alteró la economía del deporte profesional ofreciendo sumas récord por los derechos de retransmisión de partidos de fútbol y otros eventos. Fox News Channel, un gigante de la televisión por cable, se convirtió en el escenario de políticos republicanos estadounidenses como Donald Trump y en un crítico incesante de los demócratas, incluidos los presidentes Bill Clinton, Barack Obama y Joe Biden.
Fox News y Murdoch también pagaron un precio muy alto por el apoyo entusiasta de la cadena a las descabelladas afirmaciones de Trump de que una elaborada conspiración le robó las elecciones de 2020.
En uno de los capítulos más oscuros del reinado de Murdoch, Fox News acordó pagar US$787,5 millones para resolver una demanda por difamación presentada por Dominion Voting Systems Inc. La empresa de máquinas de votación había alegado que la cadena la había difamado al emitir afirmaciones falsas de que había amañado el voto contra Trump. Las pruebas descubiertas en el caso demostraron que el titán de los medios de comunicación y otros altos ejecutivos de Fox, así como presentadores superestrella como Tucker Carlson, se burlaban en privado de la teoría conspirativa como una locura, incluso mientras la promovían.
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