Bloomberg — Amazon (AMZN) está renunciando a una tasa prevista sobre los vendedores que no utilizan sus servicios de envío, según documentos vistos por Bloomberg. La abrupta marcha atrás sugiere que la empresa es más prudente sobre las cantidades que cobra a los vendedores en línea en medio de crecientes investigaciones sobre prácticas que amenazan la libre competencia.
Amazon anunció en agosto la tasa del 2% a los comerciantes, que debía entrar en vigor el 1 de octubre. La tarifa fue interpretada por los vendedores y asesores de Amazon como una medida temeraria, ya que el Gobierno estadounidense está a punto de presentar una demanda antimonopolio contra el gigante del comercio electrónico. Se espera que el caso federal se centre en parte en los supuestos esfuerzos de Amazon por coaccionar a los comerciantes para que utilicen sus servicios logísticos.
“La tasa del 2% de Seller Fulfilled Prime estaba destinada a cubrir nuestros costes, pero después de una cuidadosa consideración, hemos tomado la decisión de no aplicar esta tasa del programa para garantizar que el sentimiento de los vendedores hacia la tasa no afecte a la participación en el programa”, dijo un portavoz de Amazon en un comunicado enviado por correo electrónico.
Amazon ha sido acusada de tener demasiado poder sobre los casi 2 millones de comerciantes que utilizan su plataforma, que capta casi el 38% de todo el gasto en línea de EE.UU., según Insider Intelligence. Se espera que la Comisión Federal de Comercio presente este mes una demanda antimonopolio contra Amazon.
La tasa se habría aplicado a miles de comerciantes de terceros que envían productos a través del programa Seller Fulfilled Prime de Amazon, que garantiza una entrega rápida aunque la empresa no se encargue del envío. La tasa se habría añadido a la comisión -normalmente del 15%- que los vendedores ya pagan a Amazon por vender productos en la popular tienda online.
Amazon no explicó a los vendedores por qué era necesaria la tasa cuando se anunció en agosto. Esta semana, Amazon empezó a notificar a los vendedores asociados que la tasa propuesta se cancelaba, atribuyendo la decisión a los comentarios de los vendedores, según los documentos.
En los últimos años, Amazon ha aumentado las tarifas que cobra a los vendedores de su plataforma, que normalmente pagan por publicidad y logística para ayudar a maximizar sus ventas. El negocio se ha vuelto cada vez más importante para la empresa a medida que se ralentiza el crecimiento de las ventas en la operación principal en línea. Los servicios de venta generaron US$32.300 millones de ingresos en el segundo trimestre, un 18% más que en el mismo periodo del año anterior y más que el lucrativo negocio de servicios en la nube. El año pasado, por primera vez, las comisiones de los vendedores empezaron a absorber alrededor de la mitad del coste de cada venta, lo que dificultó que los comerciantes obtuvieran beneficios.
Amazon lanzó Seller Fulfilled Prime en 2015 como una forma de ampliar el inventario sin sobrecargar sus centros de cumplimiento. Las tarifas de vendedor de Amazon han estado en el punto de mira de reguladores y legisladores desde al menos 2019, cuando un comerciante acusó a Amazon de utilizar su dominio en el comercio electrónico para obligar a los vendedores a utilizar sus servicios logísticos. La acusación, repetida desde entonces por varios vendedores, ha surgido como un foco del caso antimonopolio de la FTC contra Amazon, según personas familiarizadas con la situación.
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