Bloomberg — El Banco Central de Brasil recortó su tipo de interés de referencia en medio punto porcentual por segunda vez consecutiva y se comprometió a mantener el mismo ritmo de relajación monetaria durante las próximas reuniones, a medida que se ralentiza una medida muy vigilada de la inflación de los servicios.
El banco rebajó la Selic al 12,75% a última hora del miércoles, como esperaban los 40 analistas encuestados por Bloomberg. La decisión estuvo en consonancia con las anteriores orientaciones del banco, que los responsables de la política monetaria mantuvieron sin cambios.
“Los miembros del Comité prevén unánimemente nuevas reducciones de la misma magnitud en las próximas reuniones”, escribieron los miembros del consejo en una declaración que acompañaba a su decisión. “Este ritmo es apropiado para mantener la política monetaria contractiva necesaria para el proceso desinflacionista”.
Los responsables de la política monetaria, dirigidos por Roberto Campos Neto, aplicaron en agosto su primera bajada de tipos desde 2020, tras mantener los costes de endeudamiento en máximos de seis años durante 12 meses. Aun así, la actividad sigue resistiendo a la estricta política monetaria, lo que suscita dudas sobre el grado de atonía de la economía.
“Se están moviendo con cautela y parsimonia porque necesitan más pruebas de desinflación en el sector servicios”, dijo el economista Leonardo Costa, de Asa Investments, antes de la decisión sobre los tipos.
La decisión de los responsables políticos se produce tras la decisión de la Reserva Federal de mantener sin cambios su tipo de interés de referencia, señalando al mismo tiempo que los costes de endeudamiento probablemente se mantendrán al alza durante más tiempo tras una nueva subida este año.
Por el contrario, varios países latinoamericanos, aparte de Brasil, también han relajado su política monetaria, entre ellos Perú, Chile y Uruguay. El miércoles, Paraguay recortó los tipos en 25 puntos básicos, hasta el 8%.
Lo que dice Bloomberg Economics
“En nuestra opinión, la decisión política del banco central brasileño y la declaración posterior a la reunión del miércoles transmitieron tres mensajes clave. En primer lugar, el camino para relajar la política de super-ajuste sigue siendo claro a pesar de las crecientes incertidumbres en el país y en el extranjero. En segundo lugar, dados esos riesgos, es probable que los funcionarios mantengan un ritmo de recorte de 50 puntos básicos. En tercer lugar, las preocupaciones fiscales pueden retrasar o incluso impedir una plena normalización de la política monetaria.”
- Adriana Dupita, economista de Brasil y Argentina
Economía resistente
Tras alcanzar un máximo de más del 12% en 2022, la inflación anual de Brasil se sitúa ahora en el 4,61%, dentro del rango objetivo del banco central, y los costes de los servicios, muy vigilados, están empezando a disminuir. Los responsables políticos se fijan como objetivo un crecimiento de los precios del 3,25% en 2023 y del 3% hasta 2026, con una tolerancia de más o menos 1,5 puntos porcentuales.
El crecimiento económico de Brasil se disparó por encima de las previsiones durante el primer semestre del año, impulsado por una buena cosecha, la demanda de servicios y un mercado laboral firme. Los analistas han seguido elevando las estimaciones para 2023, con una expansión de la actividad cercana al 3,2% previsto por el Gobierno.
Los banqueros centrales consideran estas previsiones una señal de que han logrado un aterrizaje suave de la economía, endureciendo la política monetaria sin paralizar el empleo ni la actividad. Aun así, los analistas prevén que la inflación se mantenga por encima del objetivo del banco hasta 2026.
Las dudas de los inversores sobre la política fiscal también están alimentando las apuestas por una inflación por encima del objetivo. El Congreso debate actualmente una reforma fiscal, así como proyectos de ley destinados a aumentar los ingresos públicos, mientras el Gobierno se compromete a eliminar el año próximo el déficit presupuestario primario, que no tiene en cuenta el pago de intereses.
Mientras tanto, el ministro de Finanzas, Fernando Haddad, declaró a principios de mes que el banco central debería acelerar el ritmo de la relajación con un recorte de 75 puntos básicos.
--Con la colaboración de Giovanna Serafim y Robert Jameson.
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