Bloomberg — Cuando el presidente Joe Biden se reúna el miércoles en Nueva York con su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ambos insistirán conjuntamente en la necesidad de mejorar las condiciones laborales en sus respectivos países.
Este esfuerzo de colaboración tiene como objetivo abordar importantes retos a los que se enfrentan los trabajadores, como la adaptación a la economía gig y el avance de las tecnologías de energía limpia, según han declarado funcionarios estadounidenses.
Además, se centrarán en la reducción de la explotación de los trabajadores, incluidos problemas como el trabajo forzoso, el trabajo infantil y la discriminación en el lugar de trabajo que afecta a las mujeres, a las personas LGBTQI+ y a diversos grupos raciales y étnicos. También harán hincapié en la rendición de cuentas en relación con las inversiones públicas y privadas.
Las autoridades brasileñas han dicho que los líderes están en sintonía en su apoyo al trabajo organizado en sus países. Biden se define a sí mismo como el presidente más pro-sindical en la historia de Estados Unidos y ha tomado medidas para fortalecer los sindicatos, una parte clave de su coalición electoral antes de las elecciones de 2024.
“Frente a los complejos desafíos globales, desde el cambio climático hasta el aumento de los niveles de pobreza y la desigualdad económica, debemos poner a los trabajadores en el centro de nuestras soluciones políticas”, dijeron los líderes en una declaración conjunta obtenida por Bloomberg News. “Debemos estar al lado de los trabajadores y capacitarlos para impulsar la innovación que necesitamos urgentemente para asegurar nuestro futuro”.
Funcionarios de la administración Biden subrayaron que la relación entre EE.UU. y Brasil no es sólo bilateral, sino una asociación global en temas como la no proliferación de armas nucleares y la seguridad alimentaria. Ambos países son los dos mayores exportadores de alimentos del mundo.
Un funcionario de la Administración señaló que el presidente estadounidense animó a más líderes a “dar un paso adelante” en su discurso del martes ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, y dijo que Biden y Lula tienen un interés mutuo en salvaguardar los derechos de las familias trabajadoras.
Las dos naciones esperan ampliar su asociación con más países, dijeron los ayudantes.
Funcionarios del gobierno de Biden dijeron que era probable que los dos presidentes hablaran sobre las críticas de Lula al embargo estadounidense a Cuba, así como sobre su agenda común.
Esta es la segunda vez que Biden se reúne en persona con Lula, que regresó a la presidencia brasileña a principios de este año, desde que asumió el cargo. El primer encuentro fue en la Casa Blanca en febrero. Brasil acogerá la cumbre del Grupo de los 20 el año que viene.
Lula también tiene previsto reunirse el miércoles con el Presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy. Éste se ha negado a tomar partido en la guerra, y se ha jactado de mantener una sólida relación con el Presidente ruso Vladimir Putin, que no asiste a la Asamblea General.
Conseguir el apoyo, aunque sea tácito, de Lula sería un gran éxito para Zelenskiy, dado que el líder brasileño es uno de los dirigentes más destacados del Sur Global.
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