No apuesten por una bajada de tasas del BCE en el primer semestre de 2024: Kazaks

Las perspectivas de inflación de la zona euro, a pesar de su mejora, siguen preocupando a los responsables políticos

Christine Legarde, Banco Central Europeo.
Por Jana Randow
17 de septiembre, 2023 | 03:24 PM

Bloomberg — Apostar por que el Banco Central Europeo recorte los tipos de interés en el primer semestre del próximo año sería un error, según Martins Kazaks, miembro del Consejo de Gobierno.

El crecimiento de los salarios en la zona euro aún no ha tocado techo y no está claro con qué rapidez retrocederá la inflación subyacente, afirmó el director del banco central de Letonia. La decisión de la semana pasada de elevar los costes de financiación por décima vez consecutiva sitúa al BCE en una senda más sólida para alcanzar su objetivo del 2% en 2025, pero es demasiado pronto para descartar otra subida.

“El mercado no debería esperar que nos precipitáramos a recortar los tipos”, dijo Kazaks en una entrevista. “Empezaremos a recortar los tipos cuando veamos que de forma consistente y significativa empezamos a estar por debajo de nuestro objetivo, y lo que puedo decir claramente es que las expectativas de un recorte de tipos en primavera o principios de verano en mi opinión no son realmente consistentes con el escenario macro que tenemos”.

Los operadores empiezan a barajar recortes a partir de abril del año que viene y algunos economistas los ven ya en junio.

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ECB Sees Inflation at 2% Target in Second Half of 2025 |dfd

Las proyecciones presentadas la semana pasada muestran que la inflación de la zona del euro de 20 miembros tardará otros dos años en alcanzar el 2%, aunque las presiones sobre los precios se ralentizarán bruscamente en los próximos meses. Se prevé que la economía vuelva a registrar tasas de crecimiento trimestral del 0,4% en 2024, tras estancarse durante la mayor parte de 2023.

Kazaks, en Santiago de Compostela (España), donde asistió a una reunión de los responsables europeos de Finanzas, describió estas perspectivas como “las de un aterrizaje suave”, en el que el desempleo aumentará sólo marginalmente. “Nuestra última subida podría reforzar este escenario”.

Tras la subida del jueves, el tipo de depósito del BCE se sitúa ahora en la cifra récord del 4%. Su Presidenta, Christine Lagarde, dijo que una “sólida mayoría” apoyaba la medida, que los operadores no vieron venir hasta 48 horas antes de la decisión, e incluso entonces por poco. La mayoría de los economistas predijeron un mantenimiento.

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Economists Don’t See ECB Rate Cuts Before June  |dfd

Desde entonces, muchos de los 26 funcionarios del BCE han compartido sus opiniones sobre el rumbo que debería seguir la política monetaria. Madis Muller, de Estonia, afirmó en otra entrevista que “es muy probable” que los responsables políticos hayan hecho lo suficiente. Robert Holzmann, de Austria, y Bostjan Vasle, de Eslovenia, afirmaron que no se puede descartar otra subida, mientras que Yannis Stournaras, de Grecia, dijo que habría preferido mantener los tipos sin cambios la semana pasada.

“Aunque me siento cómodo con la situación actual de los tipos, si es necesario tomaremos las decisiones adecuadas”, declaró Kazaks. “Decir que estamos en el punto álgido: no creo que podamos hacerlo”.

Lagarde argumentó de forma similar tras la decisión del BCE y -preguntada sobre las posibilidades de un recorte de tipos- dijo que “ni siquiera es una palabra que hayamos pronunciado”.

“Repito, no hemos decidido, discutido o siquiera pronunciado recortes”, dijo en Santiago de Compostela.

Las perspectivas de inflación de la zona euro, a pesar de su mejora, siguen preocupando a los responsables políticos. Aunque la tasa general se ha reducido a la mitad desde el máximo del 10,6% alcanzado el año pasado, una medida que elimine elementos volátiles como los alimentos y la energía, argumenta Kazaks, “aún nos deja con muchas preguntas y todavía tienen que pasar muchas cosas”.

“Me gustaría que resolviéramos la inflación en un solo intento, que no nos viéramos obligados a volver atrás”, dijo. “Porque más adelante simplemente estaríamos requiriendo mayores intervenciones”.

Si, como resultado de la determinación del BCE, la inflación retrocede al 2% antes de lo previsto, “está bien”, dijo. “Pero no me gustaría que ocurriera más tarde”.

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