Bloomberg — Una brutal y desgarradora guerra en Ucrania. Gobiernos derrocados en Níger y Gabón. Persistente hostilidad debido a la pandemia de Covid-19 y la desigual distribución de las vacunas que salvan vidas.
Con decenas de líderes mundiales descendiendo sobre Nueva York para la reunión anual de la Asamblea General de las Naciones Unidas, los problemas globales están apareciendo rápidamente y en gran cantidad a las puertas del organismo mundial, sin soluciones a la vista. Y muchos países están empezando a buscar en otros lugares para abordarlos.
La ONU, en su momento el foro central para tratar de resolver disputas geopolíticas, está cada vez más en la periferia de la nueva política global, incapaz de mantenerse al día con la serie de sacudidas, crisis y golpes de estado que parecen estar fracturando el mundo. Esto se ha evidenciado por su impotencia para intervenir en lugares donde en años pasados habría estado en primera línea, como el golpe de estado en Níger este verano, por ejemplo, o el reciente caos en Haití.
Es una situación que incluso Estados Unidos, que ayudó a dar forma a la ONU en su fundación en un esfuerzo por consolidar el liderazgo estadounidense, ha llegado a reconocer. El Secretario de Estado, Antony Blinken, dejó claro eso en un discurso la semana pasada, describiendo la agitación en términos casi apocalípticos.
“Lo que estamos experimentando ahora va más allá de una prueba del orden posterior a la Guerra Fría, es el fin de este”, dijo Blinken. “Forjar la cooperación internacional se ha vuelto más complejo, no solo debido a las crecientes tensiones geopolíticas, sino también debido a la magnitud colosal de los problemas globales”.
Por supuesto, los funcionarios han estado declarando que la ONU es irrelevante y predicando su desaparición durante tanto tiempo que prácticamente es un cliché. Pero este año, el sentimiento de malestar se siente particularmente agudo. Mientras la guerra en Ucrania continúa, el Consejo de Seguridad ha quedado paralizado debido a la posición de Rusia como miembro permanente de ese órgano.
Si los países que dominan la ONU siguen resistiendo la reforma, el sur global no tendrá más remedio que buscar opciones fuera del sistema de la ONU, incluidas las ofrecidas por China, dijo un diplomático de un país en desarrollo, quien pidió no ser identificado para hablar con franqueza.
Rusia está considerando ahora acuerdos de armas con Corea del Norte en violación abierta de las sanciones de la ONU que una vez votó a favor. La ONU medió un acuerdo para exportar grano ucraniano a pesar del conflicto, solo para verlo colapsar cuando el Presidente Vladimir Putin se retiró, una decisión que el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, calificó como un “golpe para las personas necesitadas en todas partes”.
“La ONU sigue siendo como ha sido, las divisiones en el orden mundial han impedido su funcionamiento efectivo durante algún tiempo”, dijo Manoj Joshi, un distinguido miembro de la organización de investigación Observer Research Foundation con sede en Nueva Delhi.
Otros países que durante mucho tiempo han buscado sacudir a la ONU ahora buscan más allá de ella. India y Brasil, defensores históricos de tales reformas, están centrando más de su energía en el grupo BRICS, compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. India también se está enfocando en el llamado “Quad”, que incluye a Estados Unidos, India, Japón y Australia.
China, con la intención de desplazar a Estados Unidos, ha liderado el esfuerzo global para perturbar el orden mundial existente, presionando para expandir BRICS en agosto al invitar a Arabia Saudita, Irán, Egipto, Argentina, Etiopía y los Emiratos Árabes Unidos, la primera expansión del grupo en más de una década.
“Deberíamos ayudar a reformar la gobernanza global”, dijo el líder chino Xi Jinping a los líderes de BRICS en un discurso en el que lanzó críticas apenas veladas al Occidente. “Unirse para formar grupos exclusivos y presentar sus propias reglas como normas internacionales” es inaceptable, dijo.
Es una señal reveladora que este año, el Presidente Joe Biden será el único líder de entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU que se presentará en persona en el debate de la Asamblea General. Los jefes de estado de China, Rusia, Francia y el Reino Unido se quedarán en casa.
Algunas naciones culpan directamente a Estados Unidos. Después de buscar la bendición del Consejo de Seguridad de la ONU para su invasión de Irak en 2003, Estados Unidos siguió adelante cuando el organismo se negó a hacerlo. El ex presidente Donald Trump sacudió a la organización hasta su núcleo con su decisión de abandonar la Organización Mundial de la Salud, una decisión que Biden revirtió posteriormente.
Funcionarios estadounidenses han reconocido repetidamente la necesidad de que las Naciones Unidas reflejen el mundo tal como es, no como era en su fundación después de la Segunda Guerra Mundial. Pero la voz de Estados Unidos también se ha debilitado ante la posibilidad de que Trump pueda regresar a la presidencia en 2025 y sacudirlo todo nuevamente.
“Hace tiempo que es cierto que las Naciones Unidas no son el único juego en la ciudad, y esto es cada vez más cierto”, dijo Stewart Patrick, investigador principal del Carnegie Endowment for International Peace. “Hay fisuras que han surgido, y un aspecto problemático es que esas fisuras no corren simplemente de este a oeste, sino también de norte a sur”.
También existe una animosidad interna evidente. Gran parte del problema se puede rastrear hasta la crisis de Covid-19, cuando los países pobres se sintieron abandonados por los más ricos que acapararon las vacunas. Una línea de fractura similar está surgiendo en la crisis climática, con países de bajos ingresos resentidos porque los países ricos, responsables de la mayor parte de la contaminación mundial, les piden que limiten su propia producción.
“Muchos países de bajos ingresos se encuentran ahora buscando nuevos socios o preguntándose si la única opción viable es tratar de resolver sus problemas por sí mismos”, escribió Mark Suzman, director ejecutivo de la Fundación Bill y Melinda Gates, en Foreign Affairs.
Incluso aquellos gobiernos que buscan el apoyo de la ONU se encuentran excluidos. Taiwán, que China reclama como su propio territorio, ha buscado durante mucho tiempo acceso al sistema de la ONU o al menos su protección, una idea que el liderazgo de Pekín ha rechazado tajantemente.
“Es muy decepcionante que el Consejo de Seguridad no pueda responder de manera efectiva a graves violaciones de la seguridad en todo el mundo”, dijo Hsiao Bi-khim, embajadora de facto de Taiwán en Estados Unidos, en una entrevista. “Todos somos conscientes de nuestros intereses y agenda compartidos para mantener la paz global. Por eso se fundó la ONU”.
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