Bloomberg — Los mercados del oro no habían estado tan tranquilos desde el inicio de la pandemia de Covid-19, gracias a un punto muerto entre compradores y vendedores que no da señales de romperse.
El viernes, la volatilidad histórica del oro a seis meses cayó a su nivel más bajo desde febrero de 2020. La medida se ha desplomado debido a que el lingote se ha mantenido en gran medida confinado en un rango entre 1.900 y 2.000 dólares la onza desde mediados de mayo.
Eso a pesar de que el dólar y los rendimientos del Tesoro ajustados a la inflación aumentaron durante el mismo período, lo que normalmente pondría al lingote bajo una gran presión. Los compradores de oro han apoyado el metal cada vez que caía a alrededor de 1.900 dólares, poniendo esencialmente un suelo bajo el mercado.
Los fondos cotizados en bolsa respaldados por el metal han visto reducirse sus tenencias un 5% este año, según un recuento inicial de Bloomberg, pero eso no ha sido suficiente para hacer bajar los precios. Mientras tanto, las compras de los bancos centrales se han mantenido firmes tras un año récord en 2022, según datos del Consejo Mundial del Oro.
“El precio del oro ha sido notablemente resistente a la subida de los tipos de interés reales a largo plazo desde el inicio de 2022″, escribió en una nota Edward Gardner, economista de materias primas de Capital Economics. “Los inversores, después de acumular sus tenencias de oro en ETF a niveles récord durante la pandemia, se mostraron reacios a reducirlas cuando subieron los tipos de interés.”
El oro al contado subió un 0,6% y cotizaba a 1.922,50 dólares la onza a las 14.19 horas de Londres, camino de terminar la semana ligeramente al alza. El índice Bloomberg del dólar al contado apenas varió. La plata, el platino y el paladio subieron.
--Con la colaboración de Mark Burton.
