De unos años a esta parte, la movilidad que posibilita la tecnología generó una tribu a la que los empleados tradicionales solían mirar con recelo: los nómadas digitales. Previo a la pandemia, este tipo de trabajadores, viajantes del mundo que adaptaban sus trabajos a su interés por asentarse temporalmente en distintas ciudades del globo se contaban por miles.
La pandemia reforzó ese cambio de paradigma en el mundo del trabajo, y lejos de resultar ajeno fue adoptado por millones de personas. Según indica la agencia DW, existen aproximadamente 35 millones de personas que hoy son nómadas digitales y las ciudades de Latinoamérica pican en punta en cuanto a las preferencias de estos nuevos trabajadores.
Una encuesta global realizada a CIO, publicada por Statista afirmó que entre el 15 y el 16% de la fuerza laboral trabajaba de forma remota antes de la pandemia y para 2022, el 36% de los encuestados esperaba trabajar en un modelo híbrido de forma permanente.
Buenos Aires (Argentina), Ciudad de México (México), Medellín (Colombia), Lima (Perú) y Guadalajara (México) lideran la lista de preferencias en la región, según un relevamiento realizado por Nomad List, plataforma que conecta a los nómades digitales con distintos bienes y servicios en el mundo.
Este movimiento migratorio continuo, sin dudas, beneficia la economía de esas urbes donde los nómades digitales gastan en bienes y servicios durante su estadía, gastos que son mayores que la media.
“No sé si se traduce en divisas, porque muchas veces cobran a través de billeteras digitales. Sin embargo, tiene un efecto multiplicador y un impacto tributario por la mayor demanda de bienes y servicios. Es muy importante pensar en cómo se pueden incorporar a los nómadas digitales para que no sean solamente turistas”, indicó Martín Javier Quiroga Barrera Oro Director de Planificación Urbana de Hunt Laudi Studio, una firma de arquitectura, diseño y planificación urban durante una exposición de la UNSAM.
También aseguró que quienes viven en Buenos Aires, trabajan para el extranjero y cobran en dólares o en euros realizan importantes gastos que benefician al consumo, ya sea en gastronomía, en espectáculos o en el sector turístico.
Sin embargo, este fenómeno que genera un derrame económico también para el negocio inmobiliario tiene un lado B.
El impacto inmobiliario
Para Andrés Olaya, analista de políticas públicas de Colombia, el trabajo remoto ha permitido que jóvenes de clase media de países ricos pasen a ser de clase alta solo con cambiar de país. Asegura que eso incide en la popularidad de las viviendas de los sectores más centrales y con mejor cobertura de servicios, porque ellos pueden pagar mejores inmuebles con sus salarios, en dólares o en euros.
La demanda es tan alta en las zonas más céntricas o “de moda” que eso generó un impacto en el precio de los alquileres el cual se incrementó en promedio un 41,3% durante los últimos 12 meses, según indicó el grupo Navent que posee plataformas de compra, venta y alquiler de propiedades en la región.
En el desglose de las ciudades más importantes y atractivas para los nómades digitales, São Paulo acumuló el los últimos 12 meses un aumento del 11,62%; Ciudad de México 13,94%; Buenos Aires 166,74%; Lima 3,63%; y Quito 10,98%, según datos de Navent.
Como consecuencia del incremento de precios, se limitó naturalmente el acceso a la vivienda de los residentes originarios, quienes se ven desplazados hacia otros barrios o la periferia, en busca de mejores precios. Es más, muchos propietarios sacaron sus viviendas de lo que se conoce como un alquiler tradicional para convertirlo en temporal y poder cobrar en dólares con precios que hasta triplican los originales, y con una rotación mucho mayor de inquilinos.
La oficina a cuestas
En marzo de 2023, los nómadas digitales de EE.UU. eran la nacionalidad más representativa de la comunidad nómada digital mundial, con casi el 50%.
Según indica Resume.IO, la plataforma de herramientas laborales, por lo general, las mujeres nómadas digitales que trabajan por cuenta propia trabajaban principalmente en las industrias creativas y de marketing, mientras que los hombres trabajaban más como desarrolladores de software o web.
El nivel de ingresos de los nómadas digitales, según una encuesta de 2023, reveló que aproximadamente siete de cada diez informaron ganar entre US$50.000 y US$250.000 al año.
Datos de Resume. IO indican que Londres tiene la comunidad de nómadas digitales en Instagram más vibrante de Europa y del mundo. La ciudad de Nueva York es la capital nómada digital de EE.UU. y América del Norte. Bangkok, Tailandia, es el segundo lugar más concurrido para los nómadas digitales a nivel mundial.
Buenos Aires, es hoy el destino más popular para los nómadas digitales en América del Sur, superando a Río de Janeiro por un 8,3%, que ocupa el segundo lugar.
Medellín, en Colombia, ocupa el tercer lugar entre los destinos más elegidos de América del Sur.
En el mundo, más de 40 países expiden visas especiales para freelancers o nómadas digitales. Brasil , Costa Rica, Panamá, Curazao, Belice, México y Colombia son algunos de los que establecieron esta visa entre 2021 y 2022.
Por ejemplo, en Colombia la Visa V Nómadas digitales, permite a los trabajadores independientes y remotos permanecer durante 24 meses, en comparación con solo seis para los turistas regulares, y ofrece una identificación estatal, lo que significa acceso a la banca y el derecho a registrar una empresa en el país. El gobierno espera atraer al menos 45.000 nómadas digitales al país para el verano de 2024.
En la actualidad, ser un nómada digital es una aspiración generalizada. El portal de trabajo Bumeran da cuenta de que al 99% de los chilenos, ecuatorianos, panameños y peruanos les gustaría trabajar mientras viajan por el mundo. Sucede que la mayoría de los talentos nunca trabajó mientras viajaba por el mundo.
El costo de vida y una conexión a Internet rápida y accesible fueron los principales factores a la hora de elegir un lugar para los nómadas digitales en 2022, según Statista. La seguridad quedó en segundo lugar, siendo el factor más importante para el 15% de la comunidad de nómadas digitales en todo el mundo.