Dolarización de Milei: los tres escenarios que surgen para la deuda

La reforma que propone el candidato libertario genera dudas en el sector privado respecto a su aplicación y sus consecuencias. ¿Qué alternativas tiene La Libertad Avanza?

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Buenos Aires — Javier Milei, el candidato de La Libertad Avanza, fue el más votado en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Hacia las elecciones generales, las primeras encuestas lo presentan como el favorito, aunque no se descarta un balotaje. Durante estos días, el libertario insistió en que en un eventual Gobierno avanzaría con una dolarización de la economía argentina.

Esta reforma presenta sus dificultades y genera incertidumbre en los mercados. Según un informe de la consultora 1816, implicaría además de la conversión del circulante y los depósitos en moneda local a dólares, la conversión de todos los instrumentos de deuda (público y privado) en moneda local a activos denominados y pagaderos en dólares.

Entre otros números, 1816 menciona las reservas netas, hoy negativas en US$4.500 millones, que podrían alcanzar los US$10.000 millones a fin de año; los pasivos del Banco Central (BCRA) que suman US$35.800 millones (al CCL), incluyendo la base monetaria (US$8.800 millones) y los pasivos remunerados (US$27.000 millones).

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La consultora, a excepción de un " incremento espectacular en la confianza del mundo en Argentina”, sólo ve factible una dolarización de la economía en 2024 “previa licuación masiva de los stocks de pesos y/o con una reestructuración de los stocks en moneda local”. Aunque aún es “demasiado temprano” para evaluar la aceptación de los mercados a este programa, señala que “no vemos por el momento indicio alguno de entusiasmo por parte de los institucionales offshore”.

Ante esa presentación, la consultora presenta tres escenarios posibles.

#1 Atractivo para el mercado

En este escenario, se plantea que aparece interés de afuera para la financiación de la reforma, “sería positivo para el peso y los bancos”. Mientras que para Globales y Bonares (tal como se conoce a los bonos en dólares de ley extranjera y local), “el efecto no es tan evidente, ya que el mejor clima inversor podría verse compensado por la mayor oferta efectiva de bonos, si en el futuro la demanda de activos argentinos volviera a caer por cualquier motivo”.

#2 Reforma demorada

En este caso, se plantea que Milei postergue para las reformas de “segunda generación” a la dolarización, al considerar que “los riesgos en las condiciones actuales son demasiados altos”. En este caso, según 1816, “sería positivo para la deuda en dólares, y su impacto sobre la deuda en pesos y bancos dependerá de los pormenores del plan de estabilización alternativos”.

Según la consultora, un plan alternativo de Milei “difícilmente puede bajar la inflación en el corto plazo y sería difícil mostrar logros concretos en materia económica de cara a las legislativas”. En caso de estabilizar la economía sin dolarizar, “podrían acumularse reservas, pero también se apreciaría el CCL en términos reales y la economía se remonetizaría: por ende, dolarizar en 2025 o 2026 sería más caro que hoy”.

#3 Reforma con pocos dólares

Una dolarización con pocos dólares para enfrentar podría repercutir en una “creciente volatilidad nominal y de precios de los activos”. Según 1816, ambos elementos deberían estar crecientemente correlacionados: “a mayor confianza inversora en Argentina más chances de conseguir financiamiento para dolarizar a un tipo de cambio más bajo y viceversa”.