Bloomberg — El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se arriesgó a un enfrentamiento con otros líderes del Grupo de los 20 tras afirmar que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, podría viajar al G-20 del próximo año sin temor a ser detenido.
El líder ruso, sobre quien pesa una orden de detención internacional por su invasión de Ucrania, se ausentó el domingo de la cumbre del G-20 en su segundo y último día en Nueva Delhi. Lula, como se conoce al presidente brasileño, dijo en una entrevista en vídeo con la plataforma de noticias india Firstpost a última hora del sábado que Putin recibirá una invitación para la cumbre del año que viene.
“Creo que Putin puede ir fácilmente a Brasil”, dijo Lula. “Lo que puedo decirles es que si soy presidente de Brasil y él va a Brasil no hay forma de que sea arrestado”.
La Corte Penal Internacional emitió en marzo una orden de detención contra Putin por crímenes de guerra. Pero se especulaba con que Putin asistiría a pesar de todo a la cumbre de los BRICS en Johannesburgo en agosto, una agrupación más amistosa que el G-20 que incluye a los principales socios comerciales de Rusia, China e India, además de Brasil y Sudáfrica. Un mes antes, decidió no asistir “de mutuo acuerdo” con Sudáfrica.
Aunque el gobierno del presidente Cyril Ramaphosa ha adoptado una postura no alineada respecto a la guerra de Rusia y se ha negado a sumarse a las sanciones internacionales contra Rusia, Sudáfrica es signataria de la carta que estableció la CPI, por lo que está vinculada por sus decisiones y estaría obligada a detener a Putin si llegara al país. Brasil también es signatario de la Carta.
Lula dijo que Rusia acogerá la cumbre de los BRICS el año que viene. “Todos van a ir a la reunión de los BRICS y espero que también vengan al G-20 en Brasil”, dijo.
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