Luis Rubiales, jefe del fútbol español, renuncia a su cargo tras besar a una jugadora en el Mundial

Afirmó que dimite del cargo porque no puede continuar con su trabajo y que trabajará por recuperar su buen nombre

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Bloomberg — Luis Rubiales ha cedido tras varios días de intensas presiones y dejará la presidencia de la Federación Española de Fútbol tras el escándalo del beso en los labios a una jugadora después de que el equipo ganara la Copa del Mundo Femenina.

La decisión se produce días después de que el Presidente, de 46 años, que se enfrenta a cargos penales en España, rechazara desafiantemente las peticiones de dimitir, insistiendo en que la jugadora había consentido el beso. El escándalo empañó las celebraciones por el primer triunfo de la nación en el torneo y puso de relieve la desigualdad de género tanto en España como en el deporte más popular del mundo.

Rubiales dijo a Piers Morgan en una entrevista emitida a última hora del domingo que renunciaba porque “no puedo continuar con mi trabajo”. Dijo que había tomado la decisión tras hablar con su familia y amigos. Poco tiempo después, en sus cuentas de redes sociales, mostró su carta de renuncia.

Tras la final del 20 de agosto en Australia, Rubiales sostuvo la cabeza de Jennifer Hermoso entre sus manos y la besó en los labios mientras ella y otras jugadoras recibían las medallas por haber ganado el título. Dijo que la jugadora había dado su consentimiento, pero Hermoso rechazó su explicación como “categóricamente falsa” y dijo que no se había producido tal conversación.

Apenas unos minutos después del incidente, en un directo de Instagram en el vestuario, la máxima goleadora de España dijo a sus compañeras que “no le había gustado.” Más tarde, rebatió las afirmaciones de Rubiales y dijo que fue víctima de “un machista impulsivo”. Durante el partido, también se vio al jefe del fútbol nacional agarrándose la entrepierna mientras celebraba un gol cerca de la Reina Letizia de España y una de sus hijas.

El 6 de septiembre, Hermoso presentó una querella criminal contra Rubiales en Madrid, y dos días después un fiscal español presentó cargos contra él.

El escándalo ha saltado a la arena política en un momento en que España lucha por formar gobierno tras las elecciones generales del 23 de julio. La actual administración provisional -una coalición de socialistas y grupos de extrema izquierda- se comprometió a hacer todo lo posible para destituirlo. Víctor Francos, máximo responsable del deporte español, lo calificó como el momento “Me Too” del fútbol en el país.

El comportamiento de Rubiales es la prueba de que “aún queda mucho por hacer en este país en materia de igualdad de género y respeto”, dijo el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el 22 de agosto. “Lo que vimos fue inaceptable”.

En una reunión de dirigentes del fútbol español, en su mayoría hombres, celebrada el 25 de agosto, Rubiales sorprendió a amigos y enemigos al rechazar las presiones. Repitió cinco veces que no dimitiría. Muchos miembros aplaudieron, incluido el entrenador del equipo femenino, Jorge Vilda.

Pero sus esfuerzos por perjudicar a Hermoso desencadenaron una oleada de condenas y pusieron a la opinión pública en su contra. El 26 de agosto, la FIFA suspendió a Rubiales durante 90 días, y toda la selección femenina se negó a volver a jugar con España mientras él siguiera en su puesto. Fue sustituido por un presidente interino.

Surgió un movimiento mundial de apoyo a Hermoso y sus compañeras. La indignación en las redes sociales se aglutinó en torno a la frase “se acabó”, en referencia tanto a Rubiales como a la cuestión más general del acoso sexual a las mujeres. En el centro de Madrid, cientos de personas se manifestaron el lunes por la tarde coreando “no es un picotazo, es una agresión”.

Rubiales se fue quedando cada vez más aislado. Vilda y su homólogo en la selección masculina condenaron posteriormente el comportamiento. Y en un giro brusco respecto a los vítores, tras ser suspendido por la Fifa los responsables de las federaciones regionales de fútbol exigieron su dimisión, calificando de “inaceptable” el comportamiento de Rubiales.

España tiene una estricta legislación sobre el consentimiento sexual, recogida en una ley muy controvertida conocida como “Sólo Sí Significa Sí”, y las repercusiones legales pueden continuar. La semana pasada, la fiscalía presentó cargos contra el seleccionador de fútbol Luis Rubiales por agresión sexual y coacción por el beso que le dio a la jugadora Jennifer Hermoso el mes pasado mientras celebraba la victoria de la selección nacional en el Mundial femenino de Australia.

--Con la colaboración de Max Zimmerman.