Bloomberg Opinión — Soy un gran estudioso de la ley de las consecuencias no deseadas y mis mejores elecciones de hoy son todos ejemplos, cada uno a su manera. En realidad, el primero muestra dos ejemplos. ¿Quién hubiera pensado que los medicamentos diseñados para combatir la diabetes serían adoptados como soluciones para perder peso? ¿Y quién hubiera pensado que esto tendría alguna relación con las ventas de alcohol?
El alcohol y los medicamentos para adelgazar no se mezclan.
La industria del alcohol parece haber superado la amenaza que representa la marihuana legalizada, pero enfrenta un desafío inesperado de una categoría de drogas completamente diferente: las píldoras para bajar de peso como Ozempic y Mounjaro. Creadas originalmente para tratamientos para la diabetes, las llamadas recetas de GLP-1 frenan los antojos de comida, lo que las convierte efectivamente en pastillas adelgazantes. Pero para algunos, estas drogas también parecen disminuir los beneficios de las sustancias adictivas, ya sea nicotina, opioides o alcohol.
Esto, como señalan Lisa Jarvis y Leticia Miranda, es un mal augurio para los fabricantes de bebidas alcohólicas. Los analistas de Wall Street advierten a la industria del alcohol que se prepare para el impacto. Los estudios realizados por la unidad de investigación AlphaWise de Morgan Stanley encontraron que las personas que tomaban estos medicamentos para bajar de peso consumían un 62% menos de alcohol; más de uno de cada cinco dijo que había dejado de beber alcohol por completo.
Esta no es una moda pasajera. Se prevé que el número de estadounidenses que toman medicamentos contra la obesidad casi se quintuplicará en los próximos 10 años hasta alcanzar los 24 millones de personas, aproximadamente la población de Texas. Esto representa una bonanza para Novo Nordisk y Eli Lilly & Co., pero se puede ver por qué el siguiente gráfico podría causar escalofríos a los fabricantes de bebidas alcohólicas:
Morgan Stanley espera una reducción general del 1,8% en el consumo de alcohol procedente de medicamentos para bajar de peso. Dado que la industria del alcohol en Estados Unidos se estima en 197 mil millones de dólares, estamos hablando de una pérdida de ventas de 3,5 mil millones de dólares.
Los fabricantes de bebidas alcohólicas deberían prepararse para esta reducción no deseada introduciendo más productos para consumidores preocupados por su peso, como bebidas no alcohólicas o bajas en calorías, dicen Lisa y Leticia. Es posible que también tengan que duplicar su apuesta por productos premium para tratar de evitar una reducción de sus resultados.
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