UBS contrata al banquero de los multimillonarios rusos de Credit Suisse

Ambos bancos se encuentran entre los citados por el DOJ de Estados Unidos bajo sospecha de que algunos de sus ejecutivos pudieran haber ayudado a oligarcas rusos a evadir sanciones

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Bloomberg — UBS Group AG (UBS) se ha hecho con los servicios del banquero de Credit Suisse para multimillonarios de Rusia, en uno de los movimientos más sonados hasta la fecha en el negocio de gestión de patrimonios de la entidad bancaria fusionada.

Babak Dastmaltschi forma parte de una nueva estructura de la división de patrimonios de UBS que reúne a un destacado grupo de banqueros expertos en banca privada de UBS y Credit Suisse que gestionan algunas de las principales relaciones con la clientela, de acuerdo con personas conocedoras del tema que no desean ser mencionadas al hablar de decisiones de personal.

La nueva unidad, denominada GWM Strategic Clients, está presidida por Benjamin Cavalli, otro fichaje de Credit Suisse, quien le reporta directamente del director de la unidad de patrimonio global de UBS, Iqbal Khan. Ali Janoudi, antiguo responsable de UBS para Oriente Medio, además se ha incorporado a UBS como presidente ejecutivo y Dastmaltschi tendrá a su cargo la vicepresidencia ejecutiva.

Dastmaltschi no contestó a una petición de comentario remitida por email. USB se negó a hacer declaraciones.

UBS está tratando de retener a muchos de los banqueros patrimoniales más importantes de Credit Suisse junto con las relaciones con los clientes que supervisan. Pero la decisión de incorporar a Dastmaltschi, quien se hizo un nombre en la banca privada atendiendo a magnates que surgieron del colapso de la Unión Soviética, puede causar sorpresa. UBS y Credit Suisse se encuentran entre un grupo de bancos que enfrentan investigaciones del Departamento de Justicia de Estados Unidos por presunto incumplimiento de sanciones a individuos rusos.

Ambos bancos cerraron por completo sus operaciones relacionadas con Rusia después de que se impusieran más sanciones en febrero de 2022 por la invasión rusa de Ucrania.

Abramovich, Usmánov

Dastmaltschi fue durante muchos años en Credit Suisse la persona a quien acudían algunos de los oligarcas más destacados considerados cercanos al Kremlin y que luego fueron sancionados, entre ellos Alisher Usmanov, Roman Abramovich y Viktor Vekselberg. Abramovich también lo recurrió para que lo ayudara en su intento finalmente fallido de asegurar su residencia en la exclusiva estación de esquí suiza de Verbier.

Más tarde, a partir de 2014, cuando hacer negocios con Rusia se vio cada vez más plagado de obstáculos y sanciones impuestas tras la anexión de Crimea por parte de Rusia, Dastmaltschi centró su atención en clientes de Oriente Medio y Europa Occidental. También pasó a formar parte del liderazgo de un equipo estratégico que atendía a los clientes más importantes de Credit Suisse.

En su apogeo, Credit Suisse gestionó más de US$60.000 millones para clientes rusos, una cifra que empezó a caer después de que se impusieron las primeras sanciones a los oligarcas rusos tras la anexión de Crimea. En febrero de 2022, la cifra ascendía a US$33.000 millones, todavía un 50% más que la UBS, a pesar del mayor negocio de gestión patrimonial de esta última.

Senadores y miembros del Congreso estadounidenses de línea dura han expresado su frustración por lo que dicen es la tibia aplicación de las sanciones por parte de Suiza y la falta de voluntad para unirse a su programa Kleptocapture diseñado para implementar sanciones específicamente estadounidenses contra Rusia. Suiza ha estado imitando las sanciones de la UE desde el comienzo de la guerra y hacia fines del año pasado dijo que había congelado alrededor de 7.500 millones de francos suizos (US$8.532 millones) en activos rusos.

Credit Suisse y UBS se encontraban entre varios bancos citados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos bajo sospecha de que algunos de sus ejecutivos pudieran haber ayudado a oligarcas rusos a evadir sanciones, informó Bloomberg en marzo. El Departamento de Justicia se centra en identificar qué empleados bancarios trataron con clientes sancionados y cómo esos clientes fueron examinados durante los últimos años, según una persona familiarizada con la investigación estadounidense.

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