Bloomberg — El presidente Luiz Inácio Lula da Silva dio a conocer su propuesta de presupuesto para 2024, prometiendo eliminar el creciente déficit fiscal de Brasil mediante una serie de nuevos impuestos que aún requieren la aprobación de los legisladores.
El plan, enviado al Congreso el jueves, enfrentará muchos obstáculos. Si bien los líderes del Congreso se muestran reacios a apoyar aumentos de impuestos, Lula planea aumentar aún más el gasto público en 2024.
“El presupuesto de 2024 es el más complejo de la historia de Brasil”, declaró a los periodistas la ministra de Planificación, Simone Tebet, al presentar la propuesta. No obstante, prometió que el gobierno “alcanzará un déficit fiscal cero” el próximo año.
El ministro de Hacienda, Fernando Haddad, que habló junto a Tebet, añadió que el objetivo de un presupuesto equilibrado fue aprobado por Lula. “Si no hubiera estado de acuerdo con la idea, la habría vetado”, dijo.
Los resultados fiscales de Brasil se han deteriorado rápidamente desde que Lula llegó al poder. El déficit primario, que excluye el pago de intereses, aumentó al 0,8% del producto interno bruto en los últimos 12 meses hasta julio, según datos del banco central publicados el jueves. Eso se compara con un superávit del 1,3% a finales de 2022.
Para finales de año, se prevé que el déficit primario sólo del gobierno central crezca hasta 145.000 millones de reales (US$29.500 millones). Teniendo en cuenta el aumento del gasto público previsto para 2024, el gobierno necesitará 168.000 millones de reales en ingresos adicionales para eliminarlo por completo, según Tebet.
Lo que dice Bloomberg Economics
“La previsión de consenso de los analistas para el saldo primario del próximo año es del -0,75% del PIB, lo que sugiere que ya existe escepticismo sobre la voluntad o la capacidad del gobierno para cumplir los parámetros del nuevo marco fiscal.”
- Adriana Dupita, economista de Brasil y Argentina
Más impuestos...
Parte de esos ingresos están condicionados a la aprobación de varios impuestos nuevos, en su mayoría dirigidos a las personas más ricas del país. Entre ellos se encuentran gravámenes sobre los fondos cerrados y offshore, así como la eliminación de un mecanismo que reduce el impuesto sobre la renta que pagan las grandes empresas.
En conjunto, las medidas pueden aportar potencialmente más de 30.000 millones de reales a las arcas públicas en 2024. Sin embargo, todas ellas deben ser aprobadas por los legisladores, lo que significa que corren el riesgo de ser suavizadas o incluso rechazadas por completo. Los líderes del Congreso ya han expresado su escepticismo sobre los tipos impositivos esbozados en las propuestas iniciales.
Y más gasto
El equipo económico también se enfrentará a desafíos en el lado del gasto.
El proyecto de presupuesto estima un aumento del gasto público de 129.000 millones de reales, pero es probable que Lula siga presionando para que se realicen más desembolsos sociales en 2024, cuando Brasil celebrará elecciones a la alcaldía.
El presupuesto de Brasil para 2024 es el primero que se elabora con arreglo a las nuevas normas fiscales aprobadas por el Congreso y destinadas a apuntalar las finanzas públicas. Establece un objetivo de déficit primario cero, con un margen de tolerancia de menos 0,25% a más 0,25% del producto interior bruto. Los economistas esperan que Haddad no cumpla esa promesa, y posiblemente tampoco alcance la banda de tolerancia.
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