Estados Unidos creó 187.000 puestos de trabajo en agosto, según el informe de nóminas publicado el viernes por la oficina de estadística estadounidense. La tasa de desempleo, por su parte, subió al 3,8% el mes pasado, frente al 3,5% de julio.
La cifra superó las expectativas de los economistas del mercado financiero. La estimación media de una encuesta de Bloomberg apuntaba a la creación de 170.000 puestos de trabajo en el mes y a una tasa de desempleo del 3,5%.
Los sectores de la sanidad, el ocio y la hostelería siguieron impulsando el indicador, al igual que la construcción y la asistencia social.
Tras el anuncio, los futuros de los índices de Wall Street, que ya estaban subiendo, se mantenían en terreno positivo, con la valoración de que el aumento del desempleo puede impedir que la Reserva Federal suba aún más los tipos de interés estadounidenses. A las 9.40 (hora de Brasilia), el futuro del S&P 500 subía un 0,33%, mientras que el del Nasdaq 100 avanzaba un 0,21%.
Los datos de junio y julio fueron revisados a la baja hasta 105.000 (desde 185.000) y 187.000 (desde 157.000) respectivamente.
Datos bajo la lupa
Los datos de empleo de EE.UU. son seguidos de cerca por los inversores, que buscan pistas en los indicadores económicos para tratar de predecir los próximos pasos de la Reserva Federal en su política monetaria.
En agosto, las empresas estadounidenses crearon el menor número de puestos de trabajo en cinco meses, según los datos del sector privado del Instituto de Investigación ADP publicados el miércoles (30). El informe mostró la creación de 177.000 puestos de trabajo en el mes, tras una revisión al alza del indicador anterior a 371.000 en julio.
Los economistas consultados por Bloomberg habían estimado la creación de 195.000 empleos en el periodo.
También entre los indicadores, la segunda estimación del Producto Interior Bruto (PIB) de EE.UU., publicada el jueves (31), apuntaba a un crecimiento del 2,1% en el segundo trimestre de 2023, según el Departamento de Comercio del país.
El resultado estuvo por debajo del primer avance del indicador, que preveía un crecimiento del 2,4%, y también fue inferior a la estimación de los analistas del mercado financiero.
Impulsada por la continua fortaleza del mercado laboral y la resistencia de los consumidores, la economía estadounidense sigue avanzando.
Aunque esta fortaleza ha llevado a muchos economistas a posponer sus previsiones de recesión -o a descartarlas por completo-, una aceleración sostenida de la actividad económica podría llevar a la Reserva Federal a pisar más el freno para garantizar que la inflación siga bajando.
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