Esperanza de auge de energía eólica en Golfo de México se desvanece ante bajas ofertas

La subasta ofrecía tres extensiones y más de una docena de empresas habían precalificado para participar

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Bloomberg — La primera subasta gubernamental estadounidense de contratos de arrendamiento para la construcción de parques eólicos sobre el Golfo de México concluyó con una única parcela vendida, lo que supuso una dura prueba para los partidarios del desarrollo de energías renovables en esa zona.

La empresa RWE Offshore US Gulf LLC se adjudicó un terreno de 41.472 hectáreas (102.480 acres) próximo a Lake Charles (Luisiana) por un precio de US$5,6 millones, tras sólo 2 rondas de pujas. La zona tiene capacidad para albergar las suficientes turbinas que generen alrededor de 1,24 gigavatios de energía, que podrían suministrar energía a unos 435.400 hogares.

Dichos resultados ponen de manifiesto los retos tecnológicos que plantea la construcción de turbinas en el Golfo, aun con la oportunidad de sacar provecho de la riqueza en infraestructuras y la cadena de suministro de la región.

La zona tiene un lecho marino más suave, los huracanes y la velocidad del viento son inferiores si se compara con la costa este estadounidense, donde ya se están desarrollando otros proyectos. Las dificultades del Golfo se añaden a los problemas económicos que ya afectan al desarrollo en aguas del Atlántico, en las que los vientos soplan con más intensidad y los estados están comprometidos con la adquisición de la energía renovable que se genere.

RWE Renewables ya posee un contrato de arrendamiento frente a la costa del norte de California, adquirido en una subasta el año pasado.

Los defensores de la energía eólica marina enfatizaron que la venta en sí ofrece una oportunidad de diversificar la producción de energía (y desarrollar una nueva industria) en el Golfo de México, ligado durante mucho tiempo al petróleo y el gas. También crea una oportunidad para que se desarrolle un proyecto de energía eólica marina junto con empresas de secuestro de carbono e hidrógeno en la región, dijo Erik Milito, director de la Asociación Nacional de Industrias Oceánicas.

“Es un momento clave en el crecimiento continuo del Golfo de México como un centro energético integral e integrado”, dijo Milito en un correo electrónico. “El Golfo está firmemente establecido como una de las principales regiones mundiales de energía marina, reconocida por su producción de petróleo con bajas emisiones de carbono, y hoy la región dio un paso para ampliar su cartera de energía”.

La subasta es parte de la apuesta de la administración Biden para desplegar 30 gigavatios de capacidad eólica marina para finales de la década, y la energía libre de emisiones ayudará a cumplir los objetivos climáticos de Estados Unidos.

Elizabeth Klein, directora de la Oficina de Gestión de Energía Oceánica del Interior, calificó la venta como un “hito importante” en la transición de la Costa del Golfo y Estados Unidos hacia un futuro de energía limpia.

En la subasta se ofrecieron tres extensiones, incluidas dos cerca de Texas, y más de una docena de empresas habían precalificado para participar, incluidos gigantes energéticos con operaciones petroleras existentes en el Golfo.

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