Bogotá — Luego de que los bancos centrales de Costa Rica, Uruguay, Chile y Brasil relajaran sus tasas de interés, se espera que mercados clave como México, Colombia y Perú lo hagan en los próximos meses a medida que la inflación empieza a ceder, aunque ahora el deterioro de la actividad económica se vuelve un factor más importante en las decisiones de política monetaria, según un informe de la corporación financiera Corficolombiana.
Aunque en México “el panorama es más incierto”, los analistas esperan que las principales economías de la región mantendrían una postura monetaria contractiva en los próximos meses ante la corrección de la inflación.
Pero así esta siga retrocediendo, “en todos los casos, excepto en Brasil, permanecerá por encima de los objetivos de los emisores al cierre del año y retornará al rango meta solo hasta 2024″.
Explican que en el caso de los bancos centrales de Brasil, México, Perú y Colombia persiste la preocupación sobre el desanclaje de las expectativas de inflación.
Asimismo, inquieta a las juntas directivas de los emisores la inflación subyacente, “que no ha asegurado su convergencia al objetivo”.
“En este sentido, las decisiones de los próximos meses seguirán dependiendo en gran medida de los datos de inflación y sus expectativas”, indicó.
De hecho, “el proceso desinflacionario ha sido heterogéneo y menos marcado en Colombia y, además, la inflación subyacente muestra cierta persistencia pese a la postura monetaria contractiva”.
¿Qué limita a los bancos centrales a bajar tasas y qué lo impediría?
En el caso de México, explicaron que la inclinación por mantener la tasa de política monetaria en su nivel actual por un período más prolongado refleja una mayor influencia de las decisiones de la Reserva Federal en EEUU.
Entre tanto, en Colombia ya se abre la puerta a eventuales recortes de las tasas de interés en la medida en la que la inflación siga cediendo.
Y en Perú no hubo mensajes concretos sobre el futuro cercano de los tipos de interés, recordaron.
A finales de mes, el Banco Central de Chile aplicó un recorte de 100 puntos base de la tasa de oolítica monetaria, llevándola a 10,25%.
Este mes, y luego de casi tres años, el Banco Central de Brasil completó la primera disminución de las tasas de interés, reduciéndoles en 0,50 puntos porcentuales, hasta el 13,25 % anual.
Para los analistas de Corficolombiana, “el escenario de recortes supone que continúe corrigiendo la inflación en la región desde los niveles actuales, de modo que se asegure la convergencia a los respectivos objetivos de las autoridades monetaria”.
Sin embargo, “los riesgos al alza por parte de la inflación son relevantes. De un lado, la llegada del fenómeno de El Niño impactaría principalmente los precios de los alimentos, toda vez que la producción del sector agrícola está expuesta a las condiciones climáticas desfavorables. De otro lado, una resistencia más prolongada del componente núcleo o una postura más hawkish de la Fed, soportarían que los bancos centrales lleven a cabo recortes de tasas más conservadores de lo previsto”.
¿Un impacto en los mercados de deuda y en precio del dólar en LatAm?
Pero así como una bajada de las tasas de interés se traduciría en un abaratamiento al acceso al crédito para personas y empresas, la normalización de la política monetaria también podría derivar en un impacto en los mercados de deuda luego de que los activos latinoamericanos se vieran favorecidos por el alto diferencial de tasas en comparación a EE.UU.
Asimismo, añade el documento, estos activos se vieron impulsados ante una menor aversión al riesgo global por el alivio en los temores de recesión, la menor incertidumbre política en la región y el desempeño de los precios de los commodities de exportación.
Latinoamérica tuvo entradas netas por US$8.600 millones de dólares en el segundo trimestre, lo que significó la segunda mayor inversión neta entre los grupos de los países emergentes, después de Asia (US$42.000 millones).
En promedio, los bonos a 5 años en moneda local de Brasil, México, Chile, Colombia y Perú se valorizaron 123 pbs en el primer semestre de este año.
Atado a lo anterior, el diferencial de tasas favoreció el carry trade con las monedas latinoamericanas, impulsando al peso colombiano, el peso mexicano y del real brasileño como las divisas más fuertes de la región en lo corrido del año.
Ahora, “el proceso de normalización monetaria limitará valorizaciones adicionales en los mercados de deuda de la región, a pesar de que el diferencial entre las tasas de interés frente a las de economías avanzadas seguirá siendo amplio”.
De hecho, las decisiones de los bancos centrales en la región hacia la normalización monetaria podrían reflejarse en la tasa de cambio y revertir la tendencia de apreciación observada en lo corrido del año.
“Muestra de ello fue el comportamiento del peso chileno frente al dólar tras el recorte del mes de julio. En las dos semanas posteriores, el tipo de cambio USDCLP frente al dólar perdió 4,4%, mientras que la depreciación promedio del tipo de cambio de sus pares regionales fue de 1,4% en el mismo período y estuvo influenciado por el fortalecimiento del dólar a nivel global”, concluyó.