Bloomberg — El presidente de la Federación Española de Fútbol dimitirá en medio de las crecientes críticas por su comportamiento durante las celebraciones de la victoria de España en la Copa del Mundo Femenina, informa el diario El País.
Luis Rubiales, al frente de la Federación Española de Fútbol desde 2018, comunicó el jueves a sus colegas que dejará el cargo el viernes, cuando el organismo celebre una asamblea general, según el rotativo.
Jugadores, políticos y medios de comunicación se han pasado la semana presionando para que Rubiales dimita después de que agarrara la cabeza de la delantera Jennifer Hermoso y la besara tras la victoria de la selección en la final del Mundial el 20 de agosto. También tuvo que hacer frente a las críticas por agarrarse los testículos durante el partido mientras celebraba un gol en el palco de dirección, donde se encontraba junto a la Reina Letizia de España y una de sus hijas.
Varios clubes profesionales emitieron el jueves declaraciones en las que afirmaban que Rubiales debía dimitir, entre ellos el Club Atlético de Madrid, uno de los más poderosos de España.
Un sindicato que representa a Hermoso calificó las acciones de “inaceptables”, y la FIFA -el organismo que gobierna el deporte a escala mundial- abrió un procedimiento disciplinario contra Rubiales.
El presidente del gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, se sumó a las críticas a principios de esta semana, afirmando que demostraban que el país está aún muy lejos de alcanzar la igualdad, y la liga femenina española presentó una queja. La jugadora estrella estadounidense Megan Rapinoe declaró que el episodio le hizo “pensar en lo mucho que se nos exige que aguantemos”, y que los gestos obscenos señalan “un nivel tan profundo de misoginia y sexismo en esa federación y en ese hombre”.
El escándalo es la última controversia sobre la igualdad en el deporte, ya que el fútbol femenino sigue sufriendo una gran diferencia salarial entre hombres y mujeres y escasez de financiación, y los derechos de retransmisión y los patrocinios van a la zaga de los de sus homólogos masculinos.
La Copa del Mundo Femenina ya había suscitado el escrutinio de los dirigentes del deporte después de que el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, dijera que las mejores jugadoras del mundo pueden conseguir la igualdad salarial si antes “nos convencen a los hombres”.
Rubiales calificó inicialmente de “tontería” el asunto del beso, pero más tarde publicó un vídeo de respuesta en el que decía que tenía que disculparse porque la gente de fuera del equipo no entendía que no hubiera “mala fe por ninguna de las partes en el beso.”
Rubiales ya se había enfrentado a críticas por su gestión de las quejas que llevaron a varias de las jugadoras estrella de España a boicotear el Mundial por su negativa a jugar con el seleccionador Jorge Vilda debido a su estilo de dirección.
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