Bloomberg — Yevgeny Prigozhin, líder del grupo mercenario Wagner y quien protagonizó un motín fallido contra el presidente ruso Vladimir Putin en junio, estaba en un avión que se estrelló este miércoles en Rusia, según reportaron distintos medios globales, entre ellos AP y BBC. En la aeronave se encontraban otras nueve personas, indicó el medio y, según la agencia local Tass, todas las personas a bordo murieron.
El avión viajaba de Moscú a San Petersburgo, según Interfax, que citó a la autoridad de aviación rusa Rosaviatsiya.
El accidente se produjo exactamente dos meses después de que Prigozhin encabezara un motín que supuso la mayor amenaza para el gobierno del Presidente Vladimir Putin, que ya lleva aproximadamente un cuarto de siglo. Putin había denunciado la rebelión de junio como una “traición”, pero Prigozhin se libró de las represalias del Kremlin en virtud de un acuerdo alcanzado para poner fin a la revuelta cuando sus combatientes se acercaron a 200 kilómetros de Moscú.
Desde entonces, Prigozhin había parecido eclipsar a Putin al aparecer en San Petersburgo el mes pasado reuniéndose con funcionarios africanos al mismo tiempo que el presidente organizaba una cumbre Rusia-África. Sus mercenarios de Wagner también evitaron el castigo en virtud del acuerdo, a pesar de que cerca de una docena de tripulantes de las fuerzas aéreas habían muerto durante la revuelta.
También se permitió a Wagner mantener algunas de sus extensas operaciones en el continente, incluida la República Centroafricana, a pesar de la rebelión de Prigozhin.
Las autoridades rusas están investigando las circunstancias del accidente del avión, según informó el servicio de prensa del gobierno regional de Tver en un comunicado publicado en su página web, en el que no se daban detalles sobre la identidad de las víctimas.
Putin está intentando restaurar su tambaleante autoridad tras el motín de Prigozhin, en medio de la creciente ira nacionalista por la estancada invasión de Ucrania por parte del líder ruso, que se encuentra ahora en su 18º mes.
El presidente ruso ya está haciendo los preparativos para su intento de asegurarse un quinto mandato en las elecciones de marzo de 2024, aunque la ansiedad se extiende entre los altos funcionarios y los magnates de los negocios.
El desplome del rublo por encima de los 100 por dólar la semana pasada también ha puesto nerviosos a los funcionarios y ha llevado al banco central a realizar una subida de tasas de emergencia, ante la preocupación de que la debilidad de la divisa avive la inflación y merme los ingresos de los rusos en vísperas de las elecciones.
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