Bloomberg — Los activos de los países en desarrollo, que han estado luchando contra los temores sobre la trayectoria económica de China, encontraron cierto alivio con indicios de que la segunda economía global está adoptando un enfoque más firme para apoyar a sus mercados.
Las acciones de los mercados emergentes se recuperaron y pusieron fin a una racha de nueve días de pérdidas, la más larga desde abril del año pasado. En un giro inesperado, durante las últimas horas de la sesión asiática, las acciones chinas experimentaron un repunte repentino. Este giro se produjo tras la intensificación de los esfuerzos de Pekín por fortalecer el yuan, lo que a su vez animó el ánimo del mercado en diversos activos de riesgo.
En medio de este cambio positivo, las divisas que se habían llevado la peor parte de la reciente depreciación del yuan, como el rand sudafricano y el won surcoreano, se erigieron en líderes del impulso alcista del martes.
No está claro cuánto durará el alivio. Los estrategas afirman que las medidas adoptadas por China para estabilizar el yuan no bastan para detener su depreciación, ya que la falta de medidas significativas para impulsar el gasto de los consumidores y la propagación de la crisis en el sector inmobiliario socavan aún más la confianza de los inversores. Los mercados emergentes han sufrido en agosto la peor caída de los últimos años, debido a la preocupación por el débil crecimiento de China y a las expectativas de que la Reserva Federal estadounidense mantenga las tasas de interés al alza durante más tiempo.
“Piotr Matys, analista de divisas de InTouch Capital Markets en Londres, afirma: “El repunte de las acciones chinas da un respiro a los mercados emergentes. “Pero se necesitan medidas concretas de Pekín para abordar los problemas estructurales de la economía china, que son una fuente importante de preocupación para que los inversores anticipen una mejora sostenida del apetito por el riesgo”.
Varios operadores atribuyeron la repentina subida de las acciones chinas a razones técnicas en ausencia de nuevos desencadenantes, aunque también abundaron las especulaciones sobre la posibilidad de compras por parte de fondos respaldados por el Estado.
En Hong Kong, el índice Hang Seng subió casi un 2% en cuestión de minutos, tras una racha de siete días de pérdidas, la más larga desde finales de 2021. El índice CSI 300, de referencia para las acciones de China continental, terminó con una subida del 0,8% tras borrar una pérdida de hasta el 0,7%.
China elevó los costos de financiación en el mercado offshre, lo que hizo más caro para los especuladores apostar contra el yuan. También estableció un nuevo récord con su tipo de referencia para la divisa, más fuerte de lo esperado. El Banco Popular de China fijó su tipo de cambio diario en 7,1992 por dólar el martes, frente a una estimación media de 7,3103 según una encuesta de Bloomberg. Esa fue la mayor brecha desde que comenzaron las encuestas en 2018. El indicador de acciones de naciones en desarrollo de MSCI Inc. subió un 0,7%, impulsado por las acciones de consumo discrecional, servicios públicos y tecnología.
El rand sudafricano fue el que más subió en los mercados emergentes, fortaleciéndose por cuarto día consecutivo. El martes comienza en Johannesburgo la cumbre del bloque BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Los líderes de las naciones se centrarán en las formas de reducir la dependencia del dólar cuando se reúnan, dijo el vicepresidente sudafricano Paul Mashatile.
Aparte de las noticias que surjan de la cumbre, los inversores estarán pendientes de las perspectivas de los tipos de interés mundiales que ofrezcan los banqueros centrales en su reunión anual de Jackson Hole, Wyoming, a finales de esta semana. El evento clave es el discurso del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, previsto para el viernes.
Brendan McKenna, estratega de Wells Fargo & Co. (WFC) en Nueva York, dijo que ha estado instando a los inversores a cambiar a una posición más defensiva, con los activos “sensibles al riesgo” a la baja.
“La desaceleración económica de China y la crisis inmobiliaria en ciernes representan el mayor reto al que se enfrentan actualmente los mercados emergentes”, afirmó. “La volatilidad puede repuntar a medida que se intensifiquen los problemas de China y la Fed se mantenga al alza durante más tiempo”.
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