Bloomberg — El acuerdo de Microsoft Corp. (MSFT) para adquirir Activision Blizzard Inc. por US$69.000 millones obtuvo una nueva chance de ser aprobado por los reguladores del Reino Unido (CMA), luego de que el primero enviara un acuerdo sustancialmente distinto al original para su revisión.
En una decisión poco frecuente, el regulador del país comenzará una nueva evaluación luego de que Microsoft dijera que vendería los derechos de todos los juegos actuales y futuros publicados por Activision durante los próximos 15 años a Ubisoft Entertainment SA. Ello no incluye el Área Económica Europea.
Las acciones de Ubisoft subieron más de 7% en París tras la noticia, el mayor salto intradiario desde febrero. Microsoft no mostraba cambios relevantes en EE.UU.
La reconsideración de una decisión de fusión de la CMA en esta fase es increíblemente rara y sigue a una serie de giros dramáticos en las batallas regulatorias globales del acuerdo. El acuerdo, que hasta hace poco se creía moribundo, cobró un impulso inesperado después de que el Reino Unido aceptara examinar nuevas pruebas. En EE.UU., Microsoft superó el desafío judicial de la Comisión Federal de Comercio. En mayo, la Unión Europea autorizó el acuerdo con medidas correctivas.
“Antes nos preocupaba mucho que Microsoft pudiera controlar el desarrollo del mercado”, declaró Sarah Cardell, directora ejecutiva de la CMA, en una entrevista en Bloomberg Radio. “Lo que vemos con este nuevo acuerdo, y tendremos que comprobarlo cuidadosamente a través de nuestra revisión, es que en lugar de que Microsoft pueda controlar cómo se utilizan esos derechos de streaming en la nube, ese control pasará a una empresa independiente”.
Mientras sorteaba obstáculos regulatorios, Microsoft incumplió el plazo del 18 de julio previsto en el acuerdo original -firmado en enero de 2022- para cerrar la adquisición. Activision accedió a ampliar el plazo hasta el 18 de octubre para dar más tiempo a Microsoft a limar los obstáculos restantes.
Microsoft pidió en julio al regulador británico que reconsiderara su veto de abril alegando que la situación había “cambiado materialmente”, dada la decisión del tribunal estadounidense y el posterior acuerdo al que llegó para licenciar el exitoso título de Activision Call of Duty a su rival Sony Group Corp (SONY).
“En virtud de la transacción reestructurada, Microsoft no estará en condiciones ni de lanzar los juegos de Activision Blizzard exclusivamente en su propio servicio de streaming en la nube -Xbox Cloud Gaming- ni de controlar en exclusiva las condiciones de licencia de los juegos de Activision Blizzard para servicios rivales”, dijo Microsoft en el comunicado.
Ubisoft afirmó en su propio comunicado que los derechos, que “existirán a perpetuidad”, se añadirán al servicio de suscripción Ubisoft+.
La CMA ha manifestado que prefiere soluciones estructurales para responder a las preocupaciones sobre fusiones que obstaculizan la competencia. Para satisfacer esa preferencia, Microsoft y Activision han estado buscando una desinversión que convenza a los reguladores sin perjudicar lo que Microsoft considera las partes clave de la adquisición. El gigante del software ha descartado públicamente vender la franquicia Call of Duty, por ejemplo.
Ahora se inicia la primera fase de la investigación y la CMA ha fijado el 18 de octubre como fecha límite.
--Con la colaboración de Stephen Carroll.
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