La dolarización ha ganado amplio apoyo en Ecuador, al punto de que todos los candidatos que competían por la Presidencia aseguraron que en caso de ganar se iban a encargar de consolidar el esquema. Sin embargo, eso no quita que haya voces críticas de economistas que no solo se muestran contrarios a lo que ya se hizo en el país sudamericano, sino también a que la idea se replique en Argentina, tal como pretende el candidato presidencial Javier Milei, quien sacó la mayor cantidad de votos en las primarias que se desarrollaron en aquel país.
Uno de los más enfervorizados en contra del asunto es el estadounidense Robin Brooks, economista jefe del Instituto de Finanzas Internacionales (IFF), quien prácticamente todos los días dedica publicaciones en su cuenta de X (ex Twitter) para criticar la idea: “Argentina ha vinculado repetidamente el peso al dólar, una política que, una y otra vez, termina en una devaluación masiva y dificultades. La dolarización es solo la forma más extrema de esa vinculación, por lo que, desafortunadamente, el debate actual es más de lo mismo”.
Por otro lado, Brooks mencionó que el Producto Interno Bruto real per cápita de Ecuador se estancó por debajo de sus pares latinoamericanos durante este siglo. “Los países de América Latina que permiten que sus monedas floten crecen más consistentemente. Esto lo dice todo...”, resumió.
Otra voz que apoyó la visión de Brooks fue Luis Jacome, quien presidió el Banco Central de Ecuador entre noviembre de 1998 y agosto de 1999, previo a la dolarización. Jacome se montó a un tuit del propio Brooks, en el que el estadounidense marcaba cómo se depreció el peso argentino por culpa del gasto público argentino y añadió: “Por cierto Robin, más allá de las malas políticas, la caída libre podría acelerarse. Cuando anuncias la dolarización, los agentes corren hacia el dólar, considerando que esto ocurrirá a un tipo de cambio sobre devaluado debido a la falta de reservas internacionales”.
Jacome no es el único ecuatoriano de peso que advierte sobre los que son, a su criterio, riesgos de dolarizar. El propio correísmo afirma que si gana las elecciones profundizará la dolarización, pero advierte que lo hará solo porque salir sería peor. “En Ecuador, la dolarización fue traumática y la salida sería catastrófica”, aseguró en una entrevista con el medio argentino Perfil, el economista Andrés Arauz, candidato a vicepresidente en fórmula con Luisa González, quien competirá en la segunda vuelta.
Las declaraciones de Arauz resonaron fuerte en su país y tanto él como González como el propio Rafael Correa, líder del movimiento, tuvieron que aclarar que la intención del sector izquierdista no era eliminar al dólar como moneda corriente. Pero quedó clara cuál era su postura si pudiesen volver el tiempo atrás.
Asimismo, el exministro de Economía de Líbano y exvicepresidente del banco central de aquel país, Nasser Saidi, también se sumó a la polémica al reseñar: “La dolarización no salvaría a la Argentina. La experiencia de Ecuador muestra que las políticas sólidas son primordiales, cualquiera que sea la moneda. Fuertes lecciones para Líbano y su economía cada vez más dolarizada, basada en el efectivo y su sistema de pago desintermediado bancario”.
En línea con esta mirada, el mexicano Alejandro Werner, exdirector del Fondo Monetario Internacional para el hemisferio occidental, afirmó en La Nación+: “El dólar no es la moneda óptima para la Argentina (...). El ejemplo de Ecuador es ilustrativo. Está utilizando el dólar desde hace mucho tiempo, pero no ha arreglado su situación fiscal, no se ha vuelto una economía que atrae capitales, ni que crece, pero es verdad que no tiene el nivel de incertidumbre nominal de inflación que tiene la Argentina”.
Otras críticas desde Estados Unidos
Dos investigadores del Center For Economics & Policy Research, Ivana Vasic-Lalovic y Jake Johnston , consideraron que la experiencia ecuatoriana tuvo malos resultados en diferentes rubros: sanitarios durante la pandemia, y económicos, sociales y de seguridad.
Según detalló Infobae, los expertos precisaron que la economía ecuatoriana es la de peor desempeño en los últimos años, con un Producto que todavía está 5% por debajo de los niveles de prepandemia y un aumento vertical de la violencia y la inseguridad.
También el argentino Martín Castellanos, quien se desempeña en el IIF, al igual que Brooks, se sumó a los cuestionamientos: “La dolarización aún tiene que persuadir a los ecuatorianos para que dejen de enviar efectivo al exterior. Por el contrario, otros regímenes monetarios han demostrado su eficacia en la lucha contra la inflación al mismo tiempo que refuerzan la credibilidad de las políticas. Difícil pensar que buenas alternativas a la dolarización estén fuera del alcance de Argentina”.
En tanto, Mark Sobel, quien trabajó en el Tesoro de los Estados Unidos y también fue representante ante el FMI, escribió en un artículo: “No importa quién gane la presidencia, Milei tiene razón al pedir una consolidación fiscal masiva para detener el endeudamiento excesivo y liberalizar la economía para impulsar la productividad. Sin embargo, la dolarización sería una apuesta demasiado arriesgada. No hay una solución mágica para los problemas del país, solo trabajo arduo”.
También el Premio Nobel Paul Krugman se refirió a la idea de devaluar en Argentina y afirmó que si el país decidiese optar por una moneda extranjera debería usar el euro. “La Argentina comercia casi el doble con la Unión Europea que con Estados Unidos. En todo caso, deberían adoptar el euro”, indicó el economista estadounidense.
Voces a favor
La visión respecto de la dolarización en Ecuador no es para nada uniforme. De hecho, como se mencionó, el pueblo ecuatoriano lo vive como una conquista y ningún candidato a presidente osa ponerla en duda, ya que la aceptación, según algunos sondeos, es superior al 90%.
Pero también hay miradas favorables por parte de analistas internacionales. Entre ellos se encuentra Steve Hanke, profesor de Economía Aplicada en la Universidad Johns Hopkins, quien no solo pondera positivamente lo sucedido en Ecuador sino que también afirmó en una entrevista con el diario La Nación: “La única forma de resolver la inflación es poner al Banco Central y el peso en un museo”.
Hanke, quien asesoró al Gobierno argentino de Carlos Menem cuando se llevó a cabo la convertibilidad uno a uno entre el peso y el dólar, sostuvo: “Si Ecuador abandona la dolarización, en pocos meses, se convertirá en Venezuela”.
Por otra parte, el economista Tyler Cowen, profesor de la Universidad George Mason, aseguró recientemente en una columna publicada en Bloomberg Opinión: “Tres economías latinoamericanas (Panamá, Ecuador y El Salvador) ya han pasado a la dolarización explícita. Aunque los resultados han variado, siendo Panamá, con mucho, el mejor, la dolarización per se ha funcionado para los tres: todos han pasado de regímenes de inflación periódica muy elevada a una relativa estabilidad monetaria. No parece probable que ninguno vuelva pronto a sus monedas fiduciarias nacionales”.
Respecto del caso argentino, Cowen afirmó: “Desde 1980, Argentina ha tenido una inflación media anual de más del 200%. Partes significativas de la economía ya se han trasladado al uso de dólares, y para el caso, de criptomonedas. ¿Por qué no ir hasta el final y dar a la economía una moneda estable que sus políticos no puedan manipular? A los argentinos les resultaría más fácil salvaguardar sus ahorros, los cálculos económicos serían más sencillos y se animaría a los inversores extranjeros”.