Japón liberará agua de Fukushima tan pronto como el 24 de agosto: NHK

El primer ministro Kishida convocará el martes una reunión del gabinete sobre este asunto

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Bloomberg — Japón pondrá en marcha un polémico plan para verter en el océano Pacífico las aguas residuales tratadas procedentes del lugar del desastre nuclear de Fukushima tan pronto como el 24 de agosto, informó el medio local NHK.

El primer ministro, Fumio Kishida, había dicho anteriormente a los periodistas que su gabinete se reuniría el martes para confirmar la fecha en la que Tokyo Electric Power Co, operadora de la instalación siniestrada de Fukushima Dai-Ichi, empezará a verter el agua. La NHK no citó ninguna fuente para la información.

Los miembros del gabinete de Kishida se reunirán a las 10 de la mañana, hora local, en Tokio, informó Kyodo citando a la oficina de Kishida.

Kishida se reunió el lunes con el jefe de la asociación de la industria pesquera de Japón para tratar el tema, y el domingo había visitado el emplazamiento de Fukushima.

El plan de Japón de verter las aguas residuales tratadas del emplazamiento (equivalentes en volumen a unas 500 piscinas olímpicas) durante un periodo de al menos 30 años ha suscitado duras críticas por parte de China y algunos otros países, que han cuestionado la seguridad de la propuesta.

Aunque el vertido de aguas residuales de los emplazamientos nucleares es habitual, China ha planteado dudas sobre la eficacia del sistema de tratamiento de Tepco y argumenta que existen diferencias con la práctica habitual del sector porque Fukushima fue el lugar de una fusión en 2011.

Los grupos de pescadores locales de Japón han expresado su preocupación por que el vertido amenace las ventas de marisco, mientras que las marcas de cosméticos han sido objeto de una campaña viral relacionada con el asunto. La preocupación por la seguridad alimentaria también ha suscitado amenazas de Hong Kong de imponer nuevas restricciones a las importaciones, y ha provocado un aumento de la demanda de sal marina en Corea del Sur, ya que los consumidores intentaron hacer acopio de existencias antes de la liberación de aguas residuales.

El plan de Tepco forma parte del complejo y costoso esfuerzo por limpiar el peor accidente atómico desde Chernóbil. La empresa de servicios públicos realiza ciclos con agua para mantener fríos los escombros y el combustible de los reactores nucleares dañados, y el líquido contaminado (junto con otras aguas subterráneas y la lluvia) se está procesando para eliminar la mayoría de los elementos radiactivos.

Esas aguas residuales se han almacenado en unos 1.000 depósitos en el emplazamiento y los recipientes alcanzarán su capacidad el año que viene, lo que ha impulsado la búsqueda de una solución permanente.

El plan de vertido de Japón “tendría un impacto radiológico insignificante sobre las personas y el medio ambiente”, declaró el mes pasado el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi, después de que una revisión de dos años determinara que la estrategia cumple las normas mundiales.

Grossi, que se reunió con Kishida el 4 de julio, confirmó que el OIEA supervisará los vertidos y dijo que el organismo trabajará para ayudar a abordar la preocupación de las naciones vecinas.

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