Bloomberg Línea — Construir un portafolio de inversiones reúne múltiples variables, pues cada inversor tiene diferentes objetivos y restricciones particulares que lo llevan a elegir diferentes activos. Sin embargo, una de las palabras que siempre sale a relucir por cuenta de los expertos es la diversificación.
Justamente, uno de los pasos más recurrentes para este proceso es destinar una parte del capital a activos en Estados Unidos, sea en bolsa, en bienes raíces u otros sectores.
“Los inversores tienen que diversificar y poner su foco en el largo plazo. También tenemos convicción respecto de que Estados Unidos es el destino preferido de nuestras inversiones. Por otro lado, pensamos que es muy difícil predecir cuál puede ser el mejor momento para invertir o dejar de invertir en un mercado; nadie puede anticipar la dirección del mercado en el corto plazo”, dijo Francisco Sosa del Valle, CEO de BUNKER y ejecutivo con más de 25 años de experiencia en capital privado y banca de inversión, a Bloomberg Línea.
Estados Unidos figura como uno de los mercados más atractivos para este fin por la magnitud sobre la economía mundial. Por ejemplo, la Bolsa de Nueva York y el Nasdaq representan casi el 45% del valor de todas las bolsas del mundo, según Sosa del Valle.
Así mismo, indicó que este mercado rindió muy bien a los que invirtieron en la bolsa americana; en los últimos 100 años, generó un retorno anual promedio de 10,3%. “Con esa tasa, si una persona invirtiera US$100.000 en bolsa ahora, tendría casi US$1,2 millones en 25 años antes de verse las caras con el fisco”, apuntó.
Los impuestos, el eje clave de estas inversiones
Hacer una correcta planeación financiera acarrea no solo establecer objetivos de rentabilidad, sino también una correcta gestión del capital y el pago de impuestos respectivo.
A la hora de llevar parte de las inversiones personales a Estados Unidos, por ejemplo, es importante tener en cuenta el impuesto de retención, también llamado withholding tax, aplicado a algunos pagos que reciben los inversores como dividendos y pagos de intereses.
Más allá de las comisiones que pueden cobrar las empresas o plataformas por medio de las cuales se hace la inversión, cuando una persona no es residente en EE.UU. y recibe intereses, dividendos o regalías, hay una parte de ese dinero que se retiene, normalmente en el momento del pago, y es deducida del monto a recibir.
“El propósito de este impuesto es asegurarse de que los no residentes paguen impuestos sobre los ingresos generados en Estados Unidos, aunque no tengan la obligación de presentar declaraciones de impuestos en el país”, se señaló desde BUNKER.
Sin embargo, también se debe considerar que la mayoría de países tienen acuerdos de “doble imposición” con EE.UU., para evitar que a sus ciudadanos se les grave dos veces por un mismo ingreso.
Por ejemplo, según dijo Sosa del Valle a Bloomberg Línea, “un inversor colombiano que es residente en Colombia no tiene que pagar impuestos en Estados Unidos. Sin embargo, en caso de muerte, el fisco norteamericano aplica un impuesto a la herencia del 40% sobre los activos invertidos en Estados Unidos por encima de US$60.000. Muchos inversores eligen abrir cuentas conjuntas por ese motivo”.
Otras consideraciones
De acuerdo con Intuit Turbotax, si un inversionista vende un bien (acciones, bonos o propiedades) por un precio mayor a la base de costo, con la intención de obtener un beneficio, la ganancia del capital debe ser notificada en su declaración de impuestos. Esto, siempre partiendo de los acuerdos de doble imposición, por lo que es posible que solo se pague en uno de los países.
Este impuesto se calcula sobre la ganancia neta que se obtiene de la venta de activos, es decir, la diferencia entre el precio de compra y el precio de venta, menos cualquier coste de venta, señala Global Business Solutions. El porcentaje del impuesto dependerá del plazo en el que se haya mantenido el activo y si es una ganancia o pérdida.