Bloomberg — Las ventas minoristas en EE.UU. subieron más que lo previsto en julio, resaltando cómo la resiliencia de los consumidores está ayudando a impulsar la economía del país norteamericano.
El valor de las compras minoristas subió 0,7% el mes pasado tras revisiones al alza los dos meses anteriores, según datos del departamento de Comercio. Las estimaciones de los analistas era de 0,4%. Las cifras no se ajustan por inflación.
Los operadores elevaron ligeramente las chances de una nueva subida de tasas por parte de la Fed hasta por encima del 50%.
Las ventas aumentaron en nueve de las trece categorías minoristas el mes pasado, incluidas las tiendas de artículos deportivos, las tiendas de ropa y los restaurantes y bares.
Las cifras ilustran cómo la fortaleza del mercado laboral, unida al aumento de los salarios, está dando a muchos estadounidenses los medios para gastar en una variedad de bienes y servicios. Los consumidores siguen siendo un apoyo clave para la economía de EE.UU., hasta ahora apuntalándola contra la recesión frente a los altas tasas de interés.
Las ventas de los minoristas que no son tiendas, lo que incluye el comercio electrónico, aumentaron un 1,9%, la mayor cifra de este año, impulsadas por el evento Prime Day de Amazon.com Inc (AMZN). La compañía dijo que el primer día del evento de dos días de julio fue su día de ventas más grande de la historia.
Previamente el martes, Home Depot Inc. (HD) anunció ganancias que superaron la estimación media de los analistas. Las ventas comparables, aunque bajaron, cayeron menos de lo previsto. Gigantes del consumo como Target Corp. (TGT) y Walmart Inc. (WMT) presentarán sus resultados a finales de esta semana.
Las cifras reflejan en gran medida el gasto en bienes, más que en servicios, lo que limita las conclusiones de este informe en particular. Dicho esto, este informe sugiere que la demanda de los consumidores para varias categorías de mercancías sigue siendo firme, especialmente una vez ajustado por la disminución de los precios de los bienes visto el mes pasado.
Recibos en restaurantes
Las ventas en restaurantes y bares, la única categoría del sector servicios incluida en el informe, aumentaron un 1,4%. El gasto en bienes y servicios ajustado a la inflación se publicará a finales de este mes.
Las ventas en gasolineras aumentaron un 0,4%, en parte como consecuencia de la subida de los precios en los surtidores. Los precios de la gasolina subieron a finales de julio y ahora se sitúan en niveles históricamente altos, lo que limita el dinero que los hogares pueden gastar en compras discrecionales.
Las llamadas ventas del grupo de control -que se utilizan para calcular el producto interior bruto y excluyen los servicios de alimentación, los concesionarios de automóviles, las tiendas de materiales de construcción y las gasolineras- aumentaron un 1%, el máximo desde principios de año. Esto sugiere un buen comienzo del consumo en el tercer trimestre.
De cara al futuro, el panorama del consumo es confuso. Por un lado, el aumento de la morosidad, los elevados costos del servicio de la deuda, la erosión de los ahorros de la época de la pandemia y la reanudación de los pagos de los préstamos estudiantiles son amenazas inminentes para el principal motor de la economía. Por el contrario, muchos estadounidenses están viendo por fin cómo sus salarios aumentan por encima de la inflación, reforzando el poder adquisitivo de los hogares.
--Con la colaboración de Chris Middleton y Liz Capo McCormick.
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