Buenos Aires — El dólar oficial salta 22% en Argentina. Tras el sorpresivo resultado las elecciones, en las que Javier Milei se convirtió en el candidato más votado del país, el Banco Central convalida un salto para el tipo de cambio que llega a $350, que se mantendría fijo hasta las elecciones de octubre.
La decisión, confían puertas adentro del BCRA, implicaría adelantar la devaluación prevista de los próximos meses, dejando atrás el ajuste diario para estabilizar el valor del peso. Y de momento, no prevén hacer modificaciones de los impuestos asociados al dólar, tales como los recargos recientemente anunciados para las importaciones o al dólar ahorro y tarjeta.
Además, la autoridad monetaria argentina elevó la tasa de política monetaria en 21 puntos porcentuales. De esta manera, el Tasa Nominal Anual (TNA) de las Leliq queda en 118% mientras que la Tasa Efectiva Anual trepa al 209%. Esta nueva suba de las tasas de interés implica un fuerte encarecimiento del déficit cuasifiscal: los pasivos remunerados del Central se ubican apenas por debajo de los $18 billones y devengan intereses por más de $1 billón por mes.
Junto con esta suba de la tasa de política monetaria, el BCRA decidió también elevar la tasa mínima garantizada de los plazos fijos. Las mismas, precisó el Central, tendrán un nuevo piso en 118% anual para las imposiciones a 30 días por hasta 30 millones de pesos, por lo que el rendimiento efectivo mensual sube a 9,7%. Para el resto de los depósitos a plazo fijo del sector privado, la tasa mínima garantizada se establece en 111%, con un interés efectivo mensual de 9,12%.
Cómo impacta la suba del dólar en la inflación
Dentro de la autoridad monetaria creen que la devaluación no impactará en precios. Argumentan que el crecimiento de los márgenes de ganancia de los formadores de precios creó un colchón para que estén en condiciones de absorber este nuevo tipo de cambio sin generar un traslado a precios.
Dicha visión se contrapone a lo que esperan los analistas privados, que coinciden en que este cimbronazo devaluatorio sumará todavía más presión a una inflación que ya había ofrecido indicios de aceleración. Incluso, los economistas no descartan que pueda trepar a niveles de dos dígitos en agosto o septiembre.
Gabriel Caamaño, socio de Consultora Ledesma, explica que este salto devaluatorio “va a impactar en agosto”, ya que todavía queda medio mes. En ese sentido, recordó que “la inflación de agosto ya estaba para 8,5% o 9%” por los impactos del precio de la carne, las tarifas y las medias que ya habían tomado relativas a las importaciones. “En estos 15 días al rojo vivo con esta devolución del 20%, tranquilamente podés tener una inflación de dos dígitos en agosto”, alertó. “Y septiembre arranca muy caliente también”, añadió.
En sintonía con esta visión, Matías Carugati, director de Alphacast, también espera un fuerte impacto inflacionario. Para el economista el ministro de economía, Sergio Massa, devaluó, subió tasa y prometió bajar el déficit para cumplir con el FMI. “No lo hizo antes para no hundirse en las PASO. Lo hace hoy porque le da más tiempo para recuperarse de cara a las generales”, analizó.
Respecto del impacto en precios, cree que ya en los próximos días podrían empezar a registrarse los movimientos. “Tal vez no sea tan fuerte el salto del IPC de agosto porque es un promedio del mes, pero a nivel semanal lo deberíamos ir notando. Ahora bien, en septiembre, si hay aceleración post-devaluación, seguramente se note”, advirtió.
Y consultado sobre si cree que la inflación puede saltar a niveles mensuales de dos dígitos, expresó: “No lo descarto, pero no puedo decir con certeza si llegaremos a eso. Hay q ver los números en estas próximas semanas”.
El dato de inflación de agosto, cabe recordar, se conocerá el 14 de septiembre, mientras que el de septiembre será publicado por el Indec el 12 de octubre, apenas 10 días antes de las elecciones generales.
Para Alfredo Romano, director de la consultora Romano Group, la inflación argentina podría incluso situarse por encima de los dos dígitos en todos los meses que restan de 2023, lo que llevaría a una inflación anualizada superior al 200%. Ocurre que, para el economista, el BCRA difícilmente pueda sostener el tipo de cambio oficial sin nuevas variaciones hasta octubre. “Posiblemente haya todavía mas espacio para recorrer, ya que $365 (por el tipo de cambio oficial minorista) no es un tipo de cambio de equilibrio”.
“Mientras no haya claridad sobre la propuesta económica del próximo gobierno y no se materialicen los acuerdos políticos para enfrentar las reformas que argentina tiene que llevar adelante, indefectiblemente el dólar va a sufrir mucha volatilidad”, adelantó.
Aldo Abram, director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, explica que con la suba del tipo de cambio el Gobierno está buscando desincentivar la demanda de dólares oficiales, lo cual va a tener su costo en las góndolas. “Todos los bienes y servicios que se pueden exportar o importar van a subir en estos días, porque se compran con dólares oficiales”, adelantó. Y al respecto, añadió: “Donde va a haber un encarecimiento superior todavía es en aquellos que hace poco fueron alcanzados con el impuesto PAIS”.
Para el economista, esta suba del dólar mayorista “claramente es mucho más razonable que la forma en que desincentivaron anteriormente la demanda de dólares para importación, con el impuesto PAIS”. Eso, consideró, “tenía un fin recaudatorio para poder gastar, y por otro lado, le generaba una pérdida al Banco Central, que tenía que comprar al dólar agro y vender al dólar mayorista”.
“Ahora, por lo menos el Banco Central no está asumiendo una pérdida al comprar dólares agro y venderlo a los importadores. Eso, desde un punto de vista técnico, es mucho mejor que la anterior opción”, remarcó.
Por otra parte, el director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso señaló que con la suba de tasas el Banco Central está tratando de cumplir con una exigencia del FMI. “Está pretendiendo absorber todos los pesos que eventualmente, con ese aumento de la incertidumbre, pueda dejar de demandar la gente. Por supuesto esto tiene un costo en términos de lo que va a tener que asumir en pagos de intereses a futuro el Banco Central”, marcó.