Bloomberg — La economía china muestra escasos signos de recuperación, con nuevas tensiones en el mercado inmobiliario y la deflación amenazando las perspectivas de crecimiento.
Es probable que los datos oficiales del martes muestren un modesto aumento de la producción industrial, las ventas minoristas y la inversión en activos fijos en julio con respecto al año anterior, aunque las tasas de crecimiento siguen estando muy por debajo de los niveles anteriores a la pandemia.
La inversión inmobiliaria probablemente se contrajo aún más, con la confianza sacudida por el posible impago de un importante promotor y las ventas de viviendas que también siguen cayendo.
Además, las lluvias torrenciales y las inundaciones mortales del mes pasado en el suroeste y, más recientemente, en el norte de China, probablemente obstaculizaron los proyectos de construcción e infraestructuras, frenando la actividad económica.
Las cifras siguen a las noticias económicas de la semana pasada, que mostraron la llegada de la deflación en julio, cuando fabricantes y minoristas recortaron los precios en un intento de atraer a los compradores y mover el exceso de existencias. Las exportaciones y las importaciones también cayeron más de lo previsto, mientras que el endeudamiento de consumidores y empresas se desplomó.
Pekín ha hecho varias promesas y ha anunciado medidas incrementales para apoyar el crecimiento, pero ha evitado el tipo de estímulo monetario y fiscal aplicado durante anteriores recesiones. El debilitamiento del yuan y los elevados niveles de deuda han suscitado una mayor cautela.
El Gobierno también fijó un objetivo de crecimiento bastante conservador, en torno al 5% para este año, que se mantiene incluso sin grandes estímulos. Según los economistas consultados por Bloomberg, es probable que el Banco Popular de China mantenga el martes el tipo de interés oficial en el 2,65%.
El Consejo de Estado chino publicó este fin de semana un plan para seguir atrayendo la inversión extranjera y mejorar el entorno empresarial, que incluye medidas fiscales y en materia de visados.
Lo que dice Bloomberg Economics:
“La economía necesita más apoyo. Creemos que el banco central lo hará en el tercer trimestre, liberando más efectivo para que los bancos presten y recortando aún más los costes de los préstamos.”
Por otra parte, los datos estadounidenses podrían mostrar la resistencia de la demanda de los consumidores, las cifras salariales y de inflación del Reino Unido orientarán a los inversores que apuestan por futuras subidas de tipos del Banco de Inglaterra, y también se publicarán las estadísticas de crecimiento de Japón.
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Estados Unidos y Canadá
Tras los informes de la semana pasada que muestran que la inflación se está moderando, los nuevos datos sobre la demanda minorista, la construcción de viviendas y la producción de las fábricas marcarán el tono de la economía al comienzo del tercer trimestre.
Además, la Reserva Federal publicará el miércoles las actas de su reunión de julio, en la que subió los tipos un cuarto de punto porcentual, hasta su nivel más alto en 22 años. Los inversores analizarán las actas en busca de pistas sobre la posibilidad de nuevas subidas, aunque las probabilidades favorecen una pausa en septiembre.
El martes se publicará un informe sobre la recuperación de las ventas minoristas en julio. La resistencia de la demanda de los consumidores, reforzada por un mercado laboral aún saneado, reforzaría la opinión de que la economía tiene margen para evitar una recesión.
Europa, Oriente Medio, África
Tras las noticias sobre la resistencia de la economía británica en el segundo trimestre, los nuevos datos ayudarán a determinar la determinación del Banco de Inglaterra a la hora de promulgar nuevas subidas de tipos, con el primero de los dos meses de informes clave previstos antes de la decisión del 20 de septiembre.
El jueves, el Norges Bank podría llevar a cabo la subida de tipos de un cuarto de punto anunciada en su última decisión, después de que la ralentización del crecimiento de los precios al consumo redujera la presión sobre los responsables de la política monetaria.
En cuanto al sur, los inversores conocerán el martes si la inflación en Israel se desaceleró por tercer mes consecutivo en julio. Esto podría hacer que el Banco de Israel, que recientemente afirmó que podría no haber terminado con la subida de tipos, se sintiera menos inclinado a endurecer aún más su política monetaria.
El mismo día, los datos nigerianos mostrarán probablemente que la inflación superó el 22,8% de junio, impulsada por la supresión de las subvenciones a los combustibles y la devaluación de la nairas.
En Uganda, se espera que los responsables monetarios se mantengan firmes durante una quinta reunión, después de que la tasa de inflación cayera por debajo del objetivo del 5% fijado por el banco central en los dos últimos meses. Dos días más tarde, el jueves, es probable que Ruanda también mantenga los tipos.
