Laboratorio estadounidense detrás del avance en la fusión vuelve a encenderse

El Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, cerca de San Francisco, llevó a cabo una serie de pruebas esta primavera y este verano en las que no se alcanzó la ‘ignición’

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Bloomberg — El laboratorio del gobierno estadounidense, que en 2022 alcanzó un hito en la fusión nuclerar -generar una reacción controlada que produjera más energía de la que se necesitaba para producirla- repitió el logro después de meses de pruebas.

La posibilidad de reproducir el avance del 5 de diciembre podría acercar al mundo al uso de la fusión, que alimenta las estrellas, como fuente abundante de energía limpia. Pero ese futuro aún está lejos, si es que llega a producirse.

El Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, cerca de San Francisco, llevó a cabo una serie de pruebas esta primavera y este verano en las que no se alcanzó la “ignición”, el punto en el que la energía producida por el experimento supera la cantidad vertida.

Cada prueba consiste en disparar el láser más potente del mundo a una diminuta cápsula de diamante rellena de hidrógeno, comprimiendo el combustible y desencadenando la reacción. Un experimento realizado en junio alcanzó el punto de equilibrio, con la misma cantidad de energía emitida que introducida.

La semana pasada volvieron a lograr la ignición, según un comunicado del laboratorio publicado el domingo. La noticia fue publicada por primera vez por el Financial Times.

“En un experimento realizado el 30 de julio, repetimos la ignición”, decía el comunicado. “El análisis de esos resultados está en curso. Como es nuestra práctica habitual, planeamos informar de esos resultados en próximas conferencias científicas y en publicaciones revisadas por pares.”

A diferencia de la fisión, el proceso utilizado en las centrales nucleares actuales, la fusión implica la unión de átomos en lugar de su separación. En teoría, puede suministrar energía libre de carbono y sin residuos radiactivos de larga duración. Pero generaciones de científicos han luchado por dominarla en una reacción controlada, a pesar de que ha sido la fuente de energía de las armas nucleares durante décadas.

Además del proceso utilizado por el laboratorio de Livermore, conocido como confinamiento inercial, los investigadores siguen intentando lograr la ignición utilizando imanes de alta potencia para contener una reacción de fusión dentro de un anillo de plasma con forma de donut. Y convertir cualquiera de los dos métodos en una central eléctrica de funcionamiento continuo presenta sus propios retos.

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