Precio del dólar: ¿tiene algo en común su caída en México, Colombia y Brasil en 2023?

Las monedas de la región han sentido la presión por la rebaja de la calificación crediticia a largo plazo de EE.UU. por parte de Fitch Ratings, pero aún así se mantienen fuertes

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Bogotá, Ciudad de México y Sao Paulo — Las monedas de Brasil, México y Colombia, tres de las mayores economías de Latinoamérica, han experimentado apreciaciones de dos dígitos en lo corrido del año frente al dólar, lo que podría responder no solo a un contexto global más favorable para las divisas de los mercados emergentes, sino también a la singularidad de las condiciones locales de cada uno de estos países que podrían ser el factor denominador en esta dinámica.

La diversidad macroeconómica en Latinoamérica ha tocado el tipo de cambio desde Brasil hasta México, llevando a las monedas de los mayores mercados de Latinoamérica a figurar entre las más apreciadas entre los emergentes en lo que va corrido del 2023. Pero, ¿cómo se explica que tres economías tan distintas entre sí ofrezcan una moneda más fuerte vs. el dólar?

Las tres monedas tienen en común que ocupan las primeras posicionadas entre las más apreciadas frente al dólar entre los mercados emergentes en el 2023. Mientras el peso colombiano se ha apreciado un 19,61%, el peso mexicano ha progresado un 14,53% y el real brasileño un 9,77%.

Aunque la debilidad global del dólar ha sido uno de los ingredientes principales en esta dinámica de apreciación, siendo uno de los aspectos comunes, los factores locales, el clima político y las inversiones impulsadas por las distintas Administraciones están jugando un papel clave.

En el escenario internacional, la perspectiva de que la Reserva Federal detenga las subidas de los tipos de interés ha contribuido a favorecer las inversiones en mercados emergentes como Brasil, que todavía tienen tipos de interés más altos.

La opinión de que el banco central estadounidense está consiguiendo reducir la inflación sin desencadenar una recesión también ha supuesto un alivio para los mercados financieros.

El director general y economista jefe de Investigación de Credicorp Capital, Daniel Velandia, explica a Bloomberg Línea en Bogotá que la tendencia de las monedas en la región ha seguido muy de cerca los desarrollos globales.

De hecho, en las últimas jornadas, las monedas de la región han sentido la incertidumbre generada por la rebaja de la calificación crediticia a largo plazo de Estados Unidos por parte de Fitch Ratings, pasando de AAA a AA+, lo que demuestra el grado de vulnerabilidad externa que aún pesa sobre estos mercados.

“Hemos visto una depreciación del dólar global en lo corrido del año y eso se ha visto reflejado en los países de la región, particularmente en aquellos que tienen tasas de interés más altas como Colombia. Brasil y México”, afirmó Velandia.

Desde Credicorp Capital analizan que en un contexto en el que se espera que la Reserva Federal estadounidense termine pronto su ciclo de subida de tasas y se comiencen a dar recortes, se podría generar un clima positivo para la toma de riesgo y la búsqueda de altos rendimientos.

El real brasileño: las cuentas fiscales le hacen bien al real

En Brasil, el dólar ha perdido fuerza frente al real en los últimos meses y, en julio, las cotizaciones alcanzaron los niveles más bajos del año.

La divisa estadounidense comenzó 2023 cotizando a $5,28 reales y llegó a tocar un máximo el 3 de enero de $5,47 reales.

La cotización actual sigue siendo históricamente elevada. Sin embargo, la depreciación del dólar ha contribuido a mantener la inflación bajo control, evitando el aumento de los precios de productos influidos por los precios internacionales, como los combustibles y los alimentos.

El índice nacional de precios al consumo (IPCA) acumulado en 12 meses alcanzó el 3,16% en junio, una caída significativa desde el pico del 12,1% de abril de 2022.

En el plano interno, la aprobación de las nuevas reglas fiscales y de la reforma tributaria en la Cámara de Diputados redujo las incertidumbres sobre las cuentas públicas.

El mayor control sobre el gasto público tiende a evitar un crecimiento desordenado de la deuda bruta en relación con el PIB y a conducir a una reducción del déficit primario.

“La economía doméstica sigue viviendo un escenario más favorable, marcado por la definición de la meta de inflación en el 3% para los años 2024 a 2026 y la aprobación de la reforma tributaria de los impuestos indirectos en la Cámara de Diputados”, dijeron los economistas Leonardo Paiva y Arthur Mota, de BTG Pactua (BPAC11), en un informe sobre divisas en julio. “Estas decisiones mejoraron la previsibilidad para los agentes del mercado”.

Precisamente, el analista de Credicorp Capital destaca en conversación con este medio “la mejora sustancial en las cuentas fiscales de Brasil”, que, según indica, es uno de los temas que más preocupa a los inversionistas: “El presidente Lula da Silva ha tenido éxito en el Congreso con la aprobación de un nuevo marco fiscal y al mismo tiempo de una reforma tributaria”.

“Lo que se ha venido viendo es una reducción de los riesgos fiscales. Asimismo, había dudas sobre la gobernabilidad del presidente Lula da Silva, sobre todo con las protestas y la violencia que hubo al principio de su mandato, pero todo eso se ha venido corrigiendo y entonces el mercado está asumiendo que hay un buen ambiente para llevar a cabo reformas que por ahora no lucen radicales, que también era un temor importante”, apuntó.

Además de un menor riesgo fiscal, la perspectiva de un ciclo de reducción de los tipos de interés y un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) superior al previsto contribuyeron a una apreciación de los activos del país.

El Ibovespa (IBOV), principal índice bursátil, subió un 24,5% entre su mínimo de marzo y finales de julio.

La reciente subida de la calificación crediticia de Brasil de BB- a BB por parte de Fitch y la revisión de la calificación del país a positiva por parte de S&P contribuyeron a atraer la atención de los inversores hacia el país, favoreciendo la entrada de capitales.

“Brasil también está mostrando que realmente el Gobierno de Lula sigue siendo pragmático”, manifestó a Bloomberg Línea el director de Investigaciones Económicas de la comisionista de bolsa Alianza Valores, David Cubides.

Ante la caída del dólar, las exportaciones brasileñas siguen siendo elevadas, favorecidas por el aumento de las ventas externas del sector agrícola y los precios aún altos de las materias primas.

En julio, la balanza comercial alcanzó un récord mensual, con un total de US$9.000 millones. En el año corrido hasta julio, Brasil registró un saldo comercial positivo de US$54.100 millones, un 36% más que en el mismo período del año anterior, según datos del Ministerio de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios.

El peso mexicano siente los efectos del nearshoring y las remesas frente al Dólar

En México, se destacan principalmente como factores detonantes las inversiones relacionadas al nearshoring (extensiones de proyectos o greenfield) con la relocalización de industrias y proveedores, así como unas cuentas fiscales saludables y que están volviendo a llamar flujos de renta fija por parte de extranjeros, según las fuentes consultadas por Bloomberg Línea.

La expectativa de inversión crece a través del nearshoring ante la cercanía de México con EE.UU., de acuerdo con la economista en jefe de Finamex, Jessica Roldán.

También sobresale la entrada de dólares al país a través de un registro récord de remesas y de la inversión extranjera.

Velandia, de Credicorp Capital, destaca el hecho de que la actividad económica de EE.UU. se haya desacelerado en menor medida, puesto que es un factor que contribuye con la dinámica de las remesas en México, que siguen “siendo un factor bien importante para el movimiento de la moneda y ha sorprendido al alza”.

Aun así, el principal catalizador es el diferencial de tasas que presenta el Banco de México frente a la Reserva Federal de EE.UU., que actualmente asciende a 575 puntos base, generando un atractivo para invertir en activos denominados en pesos mexicanos.

Otro elemento es la liquidez que registra la divisa mexicana frente a sus pares, de acuerdo con la economista en Jefe en Banco Base, Gabriela Siller.

De acuerdo con la última encuesta trienal del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), el peso mexicano es la tercera moneda con mayor liquidez de la cesta de países emergentes y la más líquida en Latinoamérica junto con Brasil.

Los elementos que determinarán el rumbo de la moneda mexicana son la política monetaria de la Fed y el Banco de México.

Analistas de BlackRock estiman que el Banxico, como se le conoce a la autoridad monetaria local, iniciará el recorte de tasas y, con ello, el peso mexicano comenzará una depreciación paulatina.

Hasta ahora, la encuesta de analistas de Citibanamex estima que el peso mexicano cerrará el año en MXN17,95 por billete verde, equivalente a una depreciación de 5,5% desde el precio intradía del 2 de agosto de $17 por unidad.

Reformas moderadas podrían soportar al peso colombiano vs el dólar

El peso colombiano viene de experimentar su mejor desempeño en comparación con el dólar estadounidense, pues en julio fue la moneda que más se apreció entre los mercados emergentes con un 7,21%. No obstante, la moneda del país andino ha vuelto a perder terreno y con ello se ha ubicado nuevamente en el nivel de los $4.000 ante las presiones globales por la rebaja de calificación de EE.UU.

En el caso de Colombia, Cubides explica que el repunte del peso en lo corrido del año tendría que ver, en parte, con un efecto base. “El año pasado Colombia tuvo una de las peores monedas de esta misma canasta. Entonces, aquí lo que básicamente estamos haciendo es devolver todas esas pérdidas que experimentamos el año anterior”, dijo el analista a este medio.

El mejor precio del dólar de los últimos meses en el país ha venido acompañado por la moderación del costo de vida, ya que la inflación perdió ritmo por tercer mes consecutivo en junio y se ubicó en el 12,13% anual en Colombia.

Asimismo, Cubides asocia esta dinámica del peso colombiano a que el “escenario político también se ha tranquilizado un poco” de cara las reformas que plantea la Administración de Gustavo Petro, que en esta legislatura insistirá por sacar adelante sus proyectos para modificar el sistema laboral y de jubilaciones, tras los traspiés que sufrió en el Congreso en la pasada.

Para Cubides, “los mercados empiezan a incorporar la idea de que eventualmente no van a terminar pasando todas las propuestas que provienen desde el Ejecutivo, ni como originalmente se presentan”.

“En general, sabemos que el presidente no tiene coalición en el Congreso, se la cayó la reforma laboral, la política. Y a pesar de que el objetivo del Gobierno era aprobar las reformas más importantes antes de que terminara el primer semestre del año, solamente la pensional y la de salud han pasado en un debate. Por lo tanto, eso va mucho más lento”, complementó Daniel Velandia, de Credicorp Capital.

Además, las elecciones regionales y locales de alcaldes y gobernadores de octubre podrían cambiar el panorama político del país, con lo que “la gobernabilidad del presidente Petro, en parte, estará en juego”, en medio de la fuerte caída que ha sufrido la aprobación de su Administración.