Bloomberg — El Banco de Inglaterra subió su tasa de interés en 25 puntos básicos y la llevó al 5,25%, alcanzando un nuevo máximo de 15 años. El banco central dijo también que está dispuesto endurecer más durante más tiempo de ser necesario.
La subida, en línea con las expectativas, es menor a la de 50 puntos básicos de junio. Los operadores han incorporado a los precios nuevas subidas en lo que queda del año.
El Gobernador Andrew Bailey y los responsables de formular políticas subrayaron su compromiso de mantener una postura “suficientemente restrictiva” sobre las condiciones de endeudamiento durante un periodo prolongado para que la inflación vuelva al objetivo del 2%.
El banco recortó su previsión de crecimiento para los próximos dos años y elevó sus perspectivas de inflación a medio plazo, lo que supone un panorama sombrío para las próximas elecciones generales, que deben celebrarse a principios de 2025. El Primer Ministro, Rishi Sunak, ha respaldado hasta ahora al Banco en su lucha contra la inflación, haciendo de la reducción a la mitad de la tasa de aumento de los precios una de sus cinco promesas clave para este año.
La decisión puso de manifiesto una creciente división en el Comité de Política Monetaria, compuesto por nueve miembros, sobre cómo debe responder el Banco de Inglaterra a los indicadores que muestran que los salarios y los precios están subiendo demasiado deprisa, mientras que la actividad económica se debilita.
Catherine Mann y Jonathan Haskel votaron a favor de una subida de medio punto. Swati Dhingra pidió que no hubiera cambios. Los seis restantes, incluidos Bailey y sus adjuntos, se situaron en mayoría y señalaron que su medida pesará sobre los hogares y las empresas.
“La inflación está bajando, y eso es una buena noticia”, dijo Bailey en un comunicado publicado el jueves por el BOE. “Sabemos que la inflación golpea con más dureza a los más desfavorecidos, y tenemos que asegurarnos absolutamente de que vuelve a caer hasta el objetivo del 2%”.
El BOE mantuvo su orientación de que “si hubiera pruebas de presiones más persistentes, entonces sería necesario un mayor endurecimiento de la política monetaria”, según mostraron las actas de la reunión. Añadió una frase que sugería que, una vez finalizado el ciclo de endurecimiento, las tasas podrían permanecer elevadas durante algún tiempo.
“El Comité de Política Monetaria se aseguraría de que la tasa de interés bancaria fuera lo suficientemente restrictiva durante el tiempo suficiente para devolver la inflación al objetivo del 2% de forma sostenible a medio plazo, de acuerdo con su mandato”.
Los indicadores clave, especialmente el crecimiento salarial, “sugieren que algunos de los riesgos de presiones inflacionistas más persistentes pueden haber empezado a cristalizar.”
El BOE mantuvo su previsión de que el Índice de Precios al Consumo, que superó el 11,1% el año pasado, se hundirá hasta el 4,9% en el cuarto trimestre de este año, lo que sugiere que Sunak cumplirá su promesa.
La previsión central indica que la economía británica evitará una recesión antes de las elecciones generales. Sin embargo, los gráficos que indican el abanico de escenarios posibles muestran que aún existe un riesgo significativo de contracción.
“El Comité ha decidido incorporar algunos de los riesgos al alza de la inflación derivados de la persistencia en sus proyecciones modales, elevando esta proyección de inflación a medio plazo en relación con el informe de mayo”, señalan las actas de la reunión.
La economía británica probablemente se estancará hasta 2025, según las previsiones del BOE. Prevé que el producto interior bruto crezca un 0,5% tanto en 2023 como en 2024 y un 0,25% en 2025. Al final del periodo de previsión, en 2026, el PIB será un 0,75% inferior al estimado en mayo.
El Comité coincidió en que es probable que aflore la atonía en la economía, ya que el ciclo de subidas más rápido en tres décadas reduce el dinero que los consumidores y las empresas tienen para gastar. Es probable que el desempleo aumente hasta casi el 5% en el tercer trimestre de 2026, desde el 4% actual, y las vacantes ya han empezado a debilitarse.
“Dada la significativa subida de las tasas bancarias desde el inicio de este ciclo de endurecimiento, la actual orientación de la política monetaria es restrictiva”, señalan las actas. “Es probable que estos efectos sigan aumentando en los próximos trimestres”.
Los economistas se mostraron divididos sobre el grado de agresividad del Banco de Inglaterra. De los 27 economistas encuestados antes de la decisión, 19 esperaban una subida de un cuarto de punto y 8 pronosticaban una subida de medio punto.
Aunque la inflación británica sigue siendo la más alta del Grupo de los Siete, los datos de junio muestran indicios de que la presión sobre los precios ha dado un giro. La inflación cayó al 7,9% en junio, su nivel más bajo en 15 meses. Las presiones sobre los precios en el sector servicios también se enfriaron por primera vez en seis meses, aunque el BOE dijo que se espera que se mantengan en torno a sus actuales niveles “elevados”.
Antes de la próxima reunión de septiembre, el BOE dispondrá de dos meses más de datos sobre inflación que resultarán cruciales para la senda de tasas.
La subida afectará inmediatamente a las finanzas de los hogares con hipotecas a tasa variable. Sin embargo, los prestamistas están empezando a recortar los costos de las operaciones a tasa fija ante la mejora de las perspectivas de inflación.
La subida de un cuarto de punto significa que los pagos mensuales medios de los hogares con hipotecas a tasa variable han aumentado en 489 libras desde que el Banco de Inglaterra empezó a subir en diciembre de 2021, según UK Finance.
La subida sitúa las tasas de interés de nuevo en su media de los últimos 100 años, tras el prolongado periodo de bajos costes de endeudamiento que siguió a la crisis financiera.
En cuanto al endurecimiento cuantitativo, el BOE confirmó que el mes que viene decidirá el ritmo de su esfuerzo por reducir su balance de bonos acumulados durante una década de estímulos. El segundo año del llamado QT comenzará en octubre.
El Banco de Inglaterra compró hasta 895.000 millones de libras esterlinas (US$1,1 billones) de deuda pública y corporativa en el punto álgido de su programa de expansión cuantitativa, que contribuyó a reducir los tipos de interés del mercado. Ahora, el BOE está invirtiendo el programa, vendiendo la deuda o permitiendo que los activos venzan al ritmo de 80.000 millones de libras al año.
Dave Ramsden, subgobernador de mercados y banca, dijo en un discurso en las últimas semanas que el endurecimiento ha tenido poco impacto en los rendimientos de los gilts y en la economía en general.
--Con la colaboración de Andrew Atkinson.
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