Bloomberg — En la era post-Covid, hay indicios de que la conciliación de la vida laboral y familiar se está convirtiendo en una mayor prioridad para los directivos. En el último año, la jornada laboral media se ha reducido en 37 minutos, y cada vez son menos las personas que hacen turnos extraordinarios, según revela un estudio de la empresa de análisis de la mano de obra ActivTrak Inc. El estudio analizó las pautas de trabajo de más de 134.000 empleados de diversos sectores, como servicios financieros, sanidad, seguros y servicios profesionales.
A pesar de la reducción de la jornada laboral, la productividad no se ha resentido. De hecho, el estudio muestra que la productividad se ha mantenido estable incluso con la reducción de la jornada laboral. Según Gabriela Mauch, vicepresidenta del Laboratorio de Productividad ActivTrak, esta tendencia refleja un auténtico aumento de la eficiencia.
Además, el estudio revela que ha disminuido el número de empleados sobreutilizados, es decir, aquellos que trabajan con frecuencia fuera del horario laboral. El porcentaje de este tipo de empleados bajó del 32% un año antes al 28%. Este descenso podría tener implicaciones positivas para el bienestar mental, físico y financiero de los empleados.
La reducción de la jornada laboral puede significar que las empresas están escuchando el “grito de socorro de los trabajadores en relación con el agotamiento”, afirma Mauch. No obstante, según el estudio, casi un tercio de los empleados sigue teniendo jornadas de más de 10 horas.
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