Hay dudas del plan de financiación de la central nuclear británica de Sizewell

El Gobierno intenta atraer a inversores privados mediante un mecanismo que comparte con el público el riesgo de los costes de construcción

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Bloomberg — Una comisión parlamentaria planteó sus dudas sobre el plan del Reino Unido para financiar la central nuclear Sizewell C de Electricite de France SA, afirmando que la protección de los contribuyentes debe ser una prioridad absoluta.

El Gobierno intenta atraer a inversores privados mediante un mecanismo que comparte con el público el riesgo de los costes de construcción. Sin embargo, este llamado modelo de base regulada de activos tiene considerables inconvenientes, pues deja a los consumidores injustamente expuestos, según la Comisión de Ciencia, Innovación y Tecnología de la Cámara de los Comunes, que asesora al Gobierno.

“El consumidor o contribuyente asume un riesgo desconocido e incierto de sobrecostes, pero desembolsa fondos desde el primer día sin obtener rentabilidad”, afirma la comisión en un informe publicado el lunes. “La decisión de seguir adelante con la energía nuclear a escala de gigavatios no debe tomarse sin estimaciones sólidas de su rentabilidad, incluido el valor financiero del riesgo de construcción que asumen los contribuyentes o contribuyentes”.

El Reino Unido se ha fijado el objetivo de construir 24 gigavatios de capacidad nuclear de aquí a 2050, una ambición enorme que ha sido recibida con escepticismo. EDF ya está construyendo Hinkley Point C, la primera nueva central atómica en más de tres décadas, y el proyecto está superando el presupuesto y tardando más de lo previsto. Los contribuyentes no son responsables de los costes adicionales de construcción de esa central, que utiliza un modelo distinto al de Sizewell.

El Gobierno está buscando inversores privados para Sizewell con la esperanza de que EDF pueda tomar una decisión final de inversión el año que viene y comenzar la construcción.

La semana pasada, la empresa declaró que, tras los contratiempos sufridos en la construcción, parece más probable un retraso de 15 meses en la puesta en marcha de Hinkley Point C. Los dos reactores, cuyo coste combinado asciende a 32.000 millones de libras (41.200 millones de dólares), deben empezar a funcionar en 2027 y 2028.

Según el informe de la comisión, los reactores modulares de menor tamaño podrían constituir una alternativa más barata a las grandes centrales, ya que el Reino Unido aspira a conseguir una red eléctrica sin emisiones de carbono para 2035.

“Los proyectos nucleares a escala de gigavatios cuestan decenas de miles de millones de libras en planificación y construcción antes de que se genere una sola unidad de electricidad”, afirma el informe. “Su largo periodo de construcción, complejidad y subordinación a normas reguladoras potencialmente variables se han asociado a grandes sobrecostes y retrasos. Por todas estas razones, y otras más, la financiación de la nueva energía nuclear a escala de gigavatios ha resultado ser un reto formidable”.