Bloomberg Opinión — A la hora de medir el progreso del metaverso de Mark Zuckerberg, las grandes cifras han escaseado. Solo se han vendido 20 millones de sus visores de realidad virtual Quest desde 2019. Según los informes, solo 200.000 usuarios están activos en la experiencia de realidad virtual insignia de Meta Platform Inc, Horizon Worlds. Pero en realidad hay un gran número que sobresale: US$21.000 millones perdidos en la creación del Metaverso desde el inicio de 2022.
Todo esto suscita una pregunta obvia: ¿Cuánto dinero está dispuesto a gastar Zuckerberg para que su Metaverso tenga éxito?
Por suerte para él, aún no tiene que responder a esa pregunta. El negocio clave de Meta -la venta de publicidad en línea- está rugiendo, con un crecimiento de los ingresos de dos dígitos por primera vez desde finales de 2021. Eso está proporcionando la distracción suficiente para evitar que los inversores le caigan encima con demasiada dureza. Claro que les preocupa que Meta haya gastado tanto dinero en el metaverso con tan poco que mostrar, pero no están enfadados.
Los ingresos del metaverso -venta de visores, además de aplicaciones y servicios- cayeron entre 2021 y 2022, y los analistas esperan que se hundan aún más este año. Los gastos de Reality Labs ascendieron a US$4.000 millones solo en el trimestre más reciente, un 23% más que en el mismo periodo del año anterior y no un buen augurio en el que supuestamente es el “año de la eficiencia” de Meta. Los gastos de Reality Labs aumentarán en 2024. “Puede que muchos inversores quieran ver que gastamos menos aquí a corto plazo”, dijo Zuckerberg la semana pasada. “Mi opinión es que somos líderes en estas áreas. Creo que van a ser grandes con el tiempo”.
Cuando vuelvan los malos tiempos y la publicidad sufra un bajón, la visión metaversa de Zuckerberg tendrá que ser mucho más sólida de lo que es hoy. De lo contrario, los inversores serán mucho menos indulgentes.
Pero si consigue darle la vuelta a la situación, puede que tenga que agradecérselo a Apple Inc. El lanzamiento del casco Vision Pro de esa empresa en junio volvió a llamar la atención sobre las posibilidades de la realidad virtual y aumentada, con un factor cool del que Meta carece. La red de tiendas de Apple servirá para introducir a millones de consumidores en la experiencia de la realidad mixta. “Ha creado expectativa”, señala la analista Carolina Milanesi, de Creative Strategies. Aun así, “el coste de Vision Pro llevará a algunos a buscar en otra parte”, añade.
La Quest 3 de Meta, que saldrá al mercado a finales de año, se adelantará a la Vision Pro y costará una séptima parte. Meta puede aferrarse al bombo publicitario de Apple como un patinador arrastrado por un autobús. La entrada de Apple ha permitido a Zuckerberg ganar tiempo con los inversores y ha contribuido a validar su tesis general de que la realidad mixta tendrá cabida en millones de hogares en el futuro. Si Apple cree que merece la pena, quizá sea así.
Pero también puede que no. Lo que no se puede quitar de la cabeza es la sensación subyacente de que se trata de una tecnología que hasta ahora no ha logrado captar la atención o el deseo del público. Zuckerberg parece pensar que es un problema que puede resolverse mediante I+D, haciendo los dispositivos más ligeros y pequeños, con gráficos más nítidos y menos riesgo de mareo. Yo creo que hace falta algo más. La RV ha demostrado ser una plataforma de juegos novedosa, sobre todo cuando se incluyen aplicaciones de fitness. Pero aún no la veo como una plataforma seria para el trabajo, la creación de redes y la productividad. Hay muchas posibilidades de que Zuckerberg -y el CEO de Apple, Tim Cook- hayan malinterpretado el estado de ánimo del público. Pregunte a la mayoría de la gente hoy en día sobre el papel de la tecnología en sus vidas y la mayoría le dirá que buscan menos conexión.
Meta ha demostrado en el pasado que sabe cuándo debe dejar de tirar el dinero a la basura. A principios de este año puso a la venta su dispositivo de videoconferencia Portal, aclamado por la crítica, y la principal enseñanza que se extrae es que no basta con fabricar un dispositivo excelente -como era el Portal- para que sea un éxito. Hay que convencer al consumidor de que su vida está incompleta sin él.
Está claro que Meta no renunciará al metaverso tan fácilmente. Por un lado, el cambio de nombre de la empresa de “Facebook” a “Meta” sería bastante incómodo. El mayor problema es que volvería a dañar la credibilidad de Zuckerberg como consejero delegado, algo que se ha recuperado últimamente con el éxito de Threads, un clon de Twitter.
Con un equipo pequeño, sin publicidad y sólo unos meses de desarrollo, Threads tardó menos de una hora en atraer a más usuarios que Horizon Worlds en dos años y medio. Así las cosas, tal vez sería más sensato que Zuckerberg dedicara más recursos a desarrollar esa plataforma en lugar de perseguir el metaverso.
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