Bloomberg — El Primer Ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, lanzó una advertencia sobre la posible entrada en su país de fuerzas mercenarias de Wagner e inmigrantes ilegales procedentes de la vecina Bielorrusia, lo que ilustra el aumento de las tensiones entre ambas naciones.
El gobierno polaco se ha alarmado ante la posibilidad de que la empresa militar privada rusa lleve a cabo un movimiento de este tipo, lo que ha provocado el despliegue de tropas adicionales para reforzar la frontera oriental de Polonia. Para impedir aún más los cruces ilegales, se está planeando ampliar un muro en esa región.
Durante una rueda de prensa en Gliwice, Morawiecki compartió información que sugiere que se ha observado a más de 100 mercenarios de Wagner desplazándose hacia el paso fronterizo de Suwalki, cerca de Grodno, en el oeste de Bielorrusia. Este hecho ha suscitado preocupación entre las autoridades polacas, ya que lo interpretan como un posible precursor de un “ataque híbrido contra el territorio polaco”.
Polonia, miembro de la Unión Europea y de la OTAN, se encuentra en una posición estratégica desde el punto de vista geográfico, ya que la guerra de Rusia en Ucrania se desarrolla directamente al este del país. Aunque ha sido uno de los mayores apoyos de Kiev en el conflicto, Polonia no ha mostrado ninguna intención de emprender una acción militar unilateral y no provocada.
Los mercenarios de Wagner se han trasladado a Bielorrusia en virtud de un acuerdo que puso fin al motín abortado el mes pasado por el líder del grupo, Yevgeny Prigozhin. Morawiecki afirmó que sus combatientes podrían disfrazarse de guardias fronterizos bielorrusos para ayudar a los inmigrantes que intentan cruzar a Polonia. Ha acusado a Rusia y Bielorrusia de apoyar los cruces en un intento de desestabilizar el país.
El gobierno de Morawiecki se enfrenta a unas elecciones generales en otoño, y los sondeos de opinión muestran que el partido gobernante podría quedarse sin mayoría en el parlamento. El primer ministro ha intentado presentar al principal líder de la oposición, Donald Tusk, como blando con Rusia.
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