Bloomberg — Donald Trump ha recibido nuevos cargos en la causa penal sobre su manejo de documentos clasificados, incluida una nueva acusación de que él y dos empleados intentaron borrar grabaciones de vídeo de vigilancia en su finca de Mar-a-Lago el año pasado.
Los nuevos cargos se incluyeron en una acusación actualizada anunciada el jueves, que también incluía acusaciones contra un segundo empleado de Trump, Carlos de Oliveira. La nueva acusación también incluye un cargo adicional que acusa a Trump de retención intencionada de información de defensa nacional.
De Oliveira, un trabajador de mantenimiento en el complejo turístico de Trump en Florida, también fue acusado de intentar borrar las imágenes y de hacer declaraciones falsas, según la oficina del abogado especial Jack Smith.
Además, De Oliveira, de 56 años, de Palm Beach Gardens, Florida, fue acusado de mentir sobre su papel en el manejo de documentos clasificados en Mar-a-Lago y los esfuerzos para obstruir los esfuerzos del gobierno para recuperarlos, según la acusación revisada desvelada en un tribunal federal de Florida el jueves.
La campaña de Trump criticó las nuevas acusaciones, calificándolas de “continuo intento desesperado y tambaleante de la Familia del Crimen Biden y su Departamento de Justicia de acosar al presidente Trump y a quienes le rodean”.
Los fiscales afirman que De Oliveira mintió durante una entrevista voluntaria con los investigadores federales, diciendo falsamente a los agentes que él no formaba parte de ningún esfuerzo para trasladar cajas y que no tenía conocimiento de tal esfuerzo.
En una grabación citada en ambas acusaciones, Trump supuestamente bromea con las personas que lo rodean sobre cómo pudo haber desclasificado el documento cuando era presidente, pero “ahora no puedo”.
Aunque la nueva acusación presenta nuevos cargos por delitos graves, conllevan las mismas penas máximas que los cargos anteriores: hasta 20 años de prisión, aunque es probable que Trump enfrente mucho menos que eso si es declarado culpable debido a su falta de antecedentes penales.
“De acuerdo, ¿entonces no sabe dónde se habrían guardado los objetos en cuanto se mudó de nuevo a Mar-a-Lago?”, le preguntó un agente, según la acusación.
“No”, respondió De Oliveira. El gobierno dijo que el trabajador de mantenimiento “observó personalmente y ayudó a mover las cajas de Trump” cuando llegaron al complejo en enero de 2021.
Trump y su valet personal, Waltine “Walt” Nauta, fueron acusados el mes pasado en una acusación de 38 cargos alegando retención intencional de información de defensa nacional, ocultamiento corrupto de documentos, conspiración para obstruir la justicia y hacer declaraciones falsas.
Trump, que está en campaña para otro mandato en la Casa Blanca, es el primer expresidente que se enfrenta a acusaciones federales de conducta delictiva.
La oficina de Smith ha alegado que Trump se esforzó incesantemente por ocultar documentos gubernamentales a las autoridades, dando instrucciones a sus ayudantes para que trasladaran cajas de información sensible en Mar-a-Lago desde un salón de baile a un cuarto de baño y a un almacén, así como a su despacho.
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