Bloomberg — En una importante medida para estimular la economía, el Banco de Japón anunció el viernes cambios en su política de control de la curva de rendimientos. Esta política ha sido una herramienta crucial para el banco central a la hora de limitar los costos de endeudamiento y promover el crecimiento económico.
El impacto del anuncio se dejó sentir con fuerza en todas las clases de activos en Asia, causando una onda de incertidumbre en los mercados. Incluso antes del anuncio oficial, los rumores ya habían sacudido las mesas de negociación de Nueva York la tarde anterior. Como resultado, los rendimientos de la deuda pública japonesa a 10 años se dispararon hasta niveles no vistos desde 2014, y el yen experimentó fluctuaciones mientras los inversores especulaban sobre las implicaciones de este giro en la política monetaria.
Para el gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, que asumió el cargo a principios de este año, gestionar esta transición sin causar agitación en el mercado supone un reto importante. Hay mucho en juego, dadas las posibles implicaciones para los flujos de fondos mundiales. Los inversores japoneses son los principales tenedores extranjeros de deuda pública estadounidense y también poseen cantidades sustanciales de bonos europeos, por lo que cualquier cambio en la política monetaria ultraexpansiva de Japón es una cuestión de interés internacional.
Aquí las claves sobre cómo funciona la política de la curva de rendimientos del Banco de Japón y cómo se ha modificado.
1. ¿Qué es una curva de rendimientos y cómo funciona?
Los rendimientos de los bonos, expresados en términos porcentuales anuales, muestran la tasa de rendimiento que se espera obtener de un valor concreto de renta fija. La diferencia entre los rendimientos de instrumentos con distintos vencimientos se conoce como curva de rendimientos. En la mayoría de los casos, los inversores exigen mayores rendimientos por inmovilizar su dinero durante periodos más largos, con la mayor incertidumbre que ello conlleva. De ahí que las curvas de rendimiento suelan tener una pendiente ascendente.
El YCC se introdujo en 2016 tras años de fuertes compras de bonos en el marco de la relajación cuantitativa. El Banco de Japón quería mantener bajas las tasas a corto y mediano plazo, permitiendo al mismo tiempo que las tasas a largo plazo subieran. El objetivo era animar a los consumidores a gastar y evitar el riesgo de deflación sin deprimir los rendimientos de las instituciones financieras, incluidas las aseguradoras de vida.
El objetivo para el rendimiento de la deuda pública a 10 años se fija en torno al cero por ciento, mientras que las tasas a corto plazo se fijan en el -0,1%. Inicialmente, no había una banda de negociación clara en torno a eso, aunque con el tiempo se entendió que el banco central permitía una banda de alrededor de 0,1 puntos porcentuales en cualquier dirección. En 2018, el BOJ amplió la banda, diciendo que se permitiría que el rendimiento a 10 años se moviera aproximadamente el doble del límite inicial. Aunque los agentes del mercado concluyeron que el nuevo límite era de 0,2 puntos porcentuales, el BOJ aclaró que la banda era de 0,25 puntos porcentuales en ambas direcciones en 2021. El pasado mes de diciembre, el Banco de Japón ajustó aún más el límite para permitir que los rendimientos a largo plazo se movieran un 0,5% en ambas direcciones.
2. ¿Qué ha hecho ahora el Banco de Japón?
En lugar de anunciar una nueva banda, el BOJ dijo que controlará los rendimientos a 10 años de forma “flexible”. Permitirá que suban por encima del nivel del 0,5% que ahora es una tasa de referencia, al tiempo que utilizará “ágilmente” las compras de bonos para guiar los rendimientos. El banco central también ofrecerá diariamente la compra de JGB a 10 años al 1%, elevando de hecho el límite de rendimiento hasta ese nivel desde el 0,5%. Al mantener el objetivo del 0,5%, el Banco de Japón parece intentar frenar las especulaciones sobre un endurecimiento de la política monetaria.
3. ¿Por qué era necesario ajustar la banda?
El programa de estímulo monetario del BOJ, encabezado por el predecesor de Ueda, Haruhiko Kuroda, ha convertido al banco en el mayor propietario de acciones y bonos del Estado de Japón. Sin embargo, no ha conseguido impulsar de forma sostenible la tercera economía del mundo. También ha minado el valor del yen, haciendo subir los costos de importación y los precios al consumo. Además, ha habido indicios de que el mercado de deuda de Japón, el segundo mayor del mundo, ya no funcionaba como debería. Ahora que más de la mitad de los bonos del Estado son propiedad del banco central, la negociación de lo que debería ser un activo de fácil acceso se ha reducido.
El Banco de Japón ha afirmado que los ajustes de la banda YCC tienen como objetivo mejorar el funcionamiento del mercado, una postura que reiteró el viernes en la presentación que figura a continuación.
4. ¿Es el fin de la era del dinero fácil en Japón?
El BOJ dice que no. Ueda, al igual que Kuroda en diciembre, negó que fuera un precursor de una política más restrictiva.
“Este movimiento no es un paso hacia la normalización”, dijo en una conferencia de prensa el viernes. “Como hemos dicho en repetidas ocasiones, estos movimientos tienen como objetivo reforzar la sostenibilidad del YCC”.
Pero muchos economistas interpretaron el ajuste como el establecimiento de las bases preliminares para salir de una década de política extraordinaria de estímulo.
5. ¿Cuál es el impacto en los mercados mundiales?
El Banco de Japón es el último gran ancla mundial de unas tasas de interés mínimas, y los inversores japoneses han invertido más de US$3 billones en el extranjero en busca de mayores rendimientos. Los economistas advierten de que incluso un pequeño giro hacia la normalización de la política monetaria podría provocar la salida del efectivo japonés de los mercados mundiales y su regreso a casa. Además de ser los mayores tenedores extranjeros de deuda pública estadounidense, los fondos japoneses tienen inversiones masivas en todo tipo de activos, desde deuda soberana brasileña hasta centrales eléctricas europeas y préstamos de alto riesgo.
La especulación de un cambio más significativo, como el abandono del YCC, probablemente reforzará el yen y asestará un duro golpe a los mercados de bonos en los que los inversores japoneses tienen importantes participaciones. Esto podría incluir los bonos de Australia -donde los rendimientos de referencia subieron hasta 20 puntos básicos el viernes-, Francia y Estados Unidos.
En Japón, las expectativas de un posible endurecimiento de la política monetaria impulsaron las acciones de los bancos, que han visto mermados sus ingresos por intereses tras años de tasas bajas. El mayor prestamista del país, Mitsubishi UFJ Financial Group Inc. subió hasta un 5,6%, mientras que Mizuho Financial Group Inc. y Sumitomo Mitsui Financial Group Inc. también subieron. Los bancos y las aseguradoras fueron de los pocos grupos industriales que subieron en el Topix, que cayó un 1,4%.
6. ¿Cuáles son las posibles desventajas del ajuste?
El Banco de Japón quiere evitar especulaciones prematuras sobre subidas de tasas. Aún no se sabe con certeza si Ueda logrará relajar su control sobre los rendimientos sin provocar una enorme volatilidad en el mercado. El ajuste del viernes, del que informó con antelación el Nikkei, también podría suscitar dudas sobre su credibilidad.
La formulación del Banco de Japón también podría socavar la claridad de sus comunicaciones políticas. La volatilidad del yen tras el anuncio puede ser un reflejo de ello.
--Con la ayuda de Paul Jackson.
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