Bloomberg — India y Brasil se oponen al intento de China de ampliar rápidamente el grupo BRICS para aumentar su influencia política y contrarrestar a Estados Unidos, según han declarado funcionarios con conocimiento del asunto.
Estos países han planteado objeciones en las conversaciones preparatorias de una cumbre que se celebrará en Johannesburgo el mes próximo, en la que Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica debatirán la posible ampliación del grupo para incluir a Indonesia y Arabia Saudita. China ha presionado repetidamente a favor de la ampliación durante esas reuniones, dijeron los funcionarios, que pidieron no ser identificados ya que las conversaciones son privadas.
Docenas de otros países también están pidiendo unirse a la alianza, lo que alimenta la preocupación occidental de que el grupo se esté convirtiendo en un contrapeso de Washington y la Unión Europea.
Brasil quiere evitar la expansión en parte debido a estas preocupaciones, mientras que India quiere normas estrictas sobre cómo y cuándo otras naciones podrían acercarse al grupo sin ampliarlo formalmente. Cualquier decisión requerirá el consenso de los miembros, que se reunirán del 22 al 24 de agosto.
India y Brasil quieren aprovechar la cumbre para debatir la posibilidad de incorporar a otros países en calidad de observadores, según los funcionarios. Sudáfrica es partidaria de debatir distintas opciones de adhesión para dar cabida a esto, pero no se opone necesariamente a la ampliación, dijeron dos de los funcionarios.
“Los líderes de los BRICS reunidos el año pasado autorizaron la ampliación del número de miembros, y añadir más miembros a los BRICS es el consenso político de los cinco países BRICS”, declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores chino en una respuesta a Bloomberg.
La reunión pretende mostrar los objetivos del bloque para establecerse como una fuerza política y económica seria. El grupo ya ha debatido el posible establecimiento de una moneda común, aunque no se esperan avances significativos hacia ese objetivo.
La cumbre se celebra en un momento de crecientes tensiones entre Washington y Pekín, y después de que Sudáfrica se inquietara por la asistencia del presidente ruso Vladimir Putin. Participará virtualmente para que Sudáfrica no tenga que ejecutar una orden de detención contra él dictada por el Tribunal Penal Internacional.
Los miembros del BRICS se han negado a unirse a los del Grupo de los Siete para culpar y sancionar a Rusia por su invasión de Ucrania, aunque el Nuevo Banco de Desarrollo creado por el BRICS congeló los proyectos rusos y Moscú no ha podido acceder a dólares a través del sistema de divisas compartido del bloque.
Rusia no mantiene una postura firme sobre la ampliación de los BRICS, según Fiódor Lukiánov, jefe del Consejo de Política Exterior y de Defensa, que asesora al Kremlin.
“En líneas generales está a favor de la expansión de los BRICS, pero sin gran entusiasmo. Sigue el ejemplo de los demás. No bloquearemos ninguna decisión”.
Formado oficialmente en 2009-2010, el bloque ha luchado por tener el tipo de influencia geopolítica que se corresponda con su alcance económico colectivo. Los actuales miembros del BRICS representan más del 42% de la población mundial y representan el 23% del producto interno bruto mundial y el 18% del comercio.
Lea más en Bloomberg.com