Bloomberg — El crecimiento económico de España se ralentizó ligeramente en el segundo trimestre, mientras que la inflación repuntó en julio, en un momento en que la economía se enfrenta a meses de incertidumbre mientras los principales partidos políticos del país luchan por formar gobierno tras las elecciones anticipadas no concluyentes del domingo.
La producción trimestral aumentó un 0,4%, apoyada por la demanda de consumo y las exportaciones, según los datos del instituto nacional de estadística INE publicados el viernes. Esta cifra es inferior al aumento revisado del 0,5% del producto interior bruto en los tres meses anteriores y coincide con la mediana de las previsiones de los economistas encuestados por Bloomberg.
Los precios al consumidor subieron un 2,1% interanual en julio, acelerándose por primera vez en tres meses, según el Instituto. Se esperaba que el ritmo de inflación se mantuviera sin cambios en el 1,6%, según la previsión mediana de una encuesta de Bloomberg.
La tasa de inflación subyacente, excluidos la energía y los alimentos frescos, se aceleró inesperadamente por primera vez en cinco meses, hasta el 6,2 %. Los economistas habían anticipado una ligera relajación hasta el 5,7%.
Los socialistas del presidente Pedro Sánchez, que quedaron segundos en la votación pero obtuvieron mejores resultados de lo esperado, están intentando reunir suficientes apoyos entre los partidos más pequeños para mantenerse en el poder. Se considera que tiene ventaja en las negociaciones sobre su oponente conservador, Alberto Núñez Feijóo.
Si ninguno de los dos líderes consigue formar un nuevo gobierno en las próximas semanas, podrían convocarse nuevas elecciones ya en diciembre. Mientras tanto, Sánchez no puede proponer nuevas leyes salvo en caso de emergencia, lo que podría retrasar la aprobación de las reformas necesarias para desbloquear miles de millones de euros de fondos de recuperación de la Unión Europea en el segundo semestre del año.
La continua incertidumbre y la perspectiva de otra votación pueden introducir un elemento de inestabilidad en la economía y obstaculizar las perspectivas de crecimiento a largo plazo, según Wouter Thierie, economista de ING. Otros sólo ven un impacto limitado, con abundantes fondos de recuperación que siguen fluyendo y un sector turístico fuerte.
Esta semana, el Fondo Monetario Internacional casi duplicó su previsión de crecimiento económico para España este año, del 1,5% al 2,5%, lo que la sitúa en camino de convertirse en una de las naciones desarrolladas de más rápido crecimiento del mundo en 2023. La tasa de desempleo del país bajó al 11,6% en el segundo trimestre, la más baja en 15 años, pero aún por encima de la media de la eurozona.
Sin embargo, las elevadas tasas de interés mantendrán la presión sobre las finanzas de los españoles. La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, anunció el jueves una novena subida consecutiva de las tasas de interés y dijo que los funcionarios tienen la mente abierta sobre qué hacer a continuación en la lucha por devolver la inflación al objetivo del 2%. El mes pasado, España se convirtió en el primer país de la eurozona en registrar una desaceleración por debajo de ese nivel.
Con la asistencia de Ainhoa Goyeneche y Joel Rinneby.
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