Bloomberg Línea — Soho House, el club privado creado en Londres con unidades en las principales ciudades del mundo, de Nueva York a París y Tokio, abrirá sus puertas en Brasil en diciembre, según Bloomberg Línea. Soho House São Paulo será la segunda sucursal en América Latina, tras la confirmación de que México tendrá su unidad en Ciudad de México en septiembre.
Ubicado en el complejo conocido como Cidade Matarazzo, que alberga el Hotel Rosewood, Soho House São Paulo estará en la parte del edificio que albergó la Maternidad Condessa Filomena Matarazzo, junto al Hospital Matarazzo, ambos de la primera mitad del siglo XX y también catalogados como patrimonio histórico.
La concepción, obtención de las autorizaciones necesarias y obras de construcción de Cidade Matarazzo han llevado más de diez años, ha supuesto la renovación de diez edificios catalogados en una parcela de 30.000 metros cuadrados. Fue concebido por el empresario francés Alexandre Allard, de Groupe Allard.
Consultada por Bloomberg Línea, Soho House no comentó sobre su llegada a Brasil.
Según averiguó Bloomberg Línea, la unidad contará con 36 habitaciones, gimnasio, spa y un bar en la azotea con piscina, además de restaurantes y espacios reservados a los socios.
La admisión se llevará a cabo a través de la nominación de los miembros y su posterior aprobación por un comité de Soho House, como sucede en el extranjero – y después de pagar una cuota de introducción al club, que en Nueva York, por ejemplo, está cerca de US$1.100.
También hay un pago anual que alcanza los US$ 2.667 en Soho House de Nueva York, con derecho a asistir sólo a esa unidad. Para el acceso global, el precio es de US$ 4.899.
El espacio en Cidade Matarazzo todavía está en obras. El equipo de diseño de Soho House trabaja en colaboración con artesanos locales para abastecerse de muebles y piezas de interior de fabricación local y diseño brasileño. El club también contará con una colección creada por artistas brasileños.
“La elección tiene que ver con la personalidad de Soho House”, dijo a Bloomberg Línea un miembro del club – que pidió no ser identificado – sobre la ubicación de la unidad en Brasil, junto al Hotel Rosewood. En Grecia, Soho House tiene una asociación con el hotel de lujo Scorpios en su club en Mykonos.
En un post en su perfil de Instagram, Soho House publicó un enlace para que los interesados en convertirse en miembros de Soho House São Paulo puedan registrarse para recibir notificaciones cuando se abran las inscripciones.
Por ahora, es posible inscribirse para ser miembro de “Cities Without Houses”, una comunidad de miembros ya existente en São Paulo que tiene acceso a los eventos locales celebrados por Soho House en la ciudad. La afiliación a Cities Without Houses también da acceso a todos los locales de Soho House en las Américas y globalmente.
En Ciudad de México, Soho House se ubicará en el histórico barrio de Juárez, con un precio de afiliación anual – sólo con acceso a la unidad mexicana – de unos US$2.800, más caro que en Nueva York y casi el doble que el Soho original de Londres. En Estambul, por comparación, el coste anual es de US$1.692.
El club londinense se fundó en el barrio del Soho en 1996. Soho House cuenta ya con 38 unidades en todo el mundo y se ha convertido en un símbolo de estatus en ciudades como Miami, Los Ángeles, Nueva York, París, Estambul, Chicago, Roma y Bombay, entre otras. También hay asociaciones con cadenas hoteleras.
Otros clubes exclusivos en São Paulo
São Paulo ya cuenta con clubes exclusivos como Sociedade Harmonia de Tênis, o simplemente Harmonia, frecuentado por familias tradicionales de la ciudad y ejecutivos del mercado financiero. Otro ejemplo es el São Paulo Golf Club, el más antiguo y uno de los más tradicionales del país, cuyo acceso a través de un título requiere algo más que dinero.
El propio Harmonia se describe en su sitio web como “reconocido como uno de los clubes más exclusivos de Brasil”.
Fundado en 1930, además del precio de una membresía, Harmonia exige el aval de los socios actuales en el proceso de admisión de los nuevos.
São Paulo ha tenido otras versiones de clubes privados no deportivos, como Gallery en la década de 1980. En 2009, el presentador de televisión Amaury Junior fundó el Clube A, una sociedad nocturna que entonces cobraba 4.000 reales (unos US$845) para los hombres y 1.500 reales (unos US$317) para las mujeres, con nuevos socios por recomendación.
El espacio para eventos de 1.000 metros cuadrados, con restaurante y bares, estaba en el Hotel Sheraton del World Trade Center y tenía embajadores como Dimitri Mussard, uno de los herederos de Hermés, que decidió vivir en Brasil y es CFO de Abacashi, una empresa de crowdfunding.
Pero según un socio de Soho House en el extranjero, el club es mucho más que fiestas y explora un concepto que no tiene rival en ningún club privado de São Paulo.
“La propuesta de Soho no tiene nada que ver con nada que se haya hecho en Brasil”, dijo este socio que habló con Bloomberg Línea bajo condición de anonimato. “He estado en todos esos otros clubes de São Paulo, que sinceramente no creo que se puedan ni comparar, porque era un restaurante que cobraba un abono, pero todo el mundo acababa entrando igual”.
Según él, Soho es un club que se creó entre amigos que querían divertirse el fin de semana y reunirse a cenar y que creció asociándose con hoteles y restaurantes de Londres. “Allí hay una especie de regla: no quieren ningún tipo de dinero. No es como he visto a veces en São Paulo, donde sólo tienes que tener dinero para entrar. En Soho no es así”, afirma.
Según el socio, Soho exige que el socio “tenga algo que aportar a la comunidad”. El club se divide en miembros locales del club local – que pueden ir a lo que haya en la ciudad – o miembros globales, que pueden ir a unidades de todo el mundo.
“Quieren que los miembros sean gente interesante y se centran mucho en la creatividad, en el arte y el deporte, en gente que tenga una historia que contar. Va a ser relevante para la gente que vive en São Paulo”.
Según este socio, el club tiene una junta que aprueba quién va a entrar, después de investigar los antecedentes de la persona, es decir, la nominación de los socios es necesaria pero no suficiente.
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