El riesgo país de Bolivia cerró la jornada del 25 de julio en 917 puntos, lo que implica un crecimiento del 63% comparado con el valor que tenía al finalizar el 2022 (563 unidades). Sin embargo, este número permite observar una cierta tranquilidad en el precio de los bonos soberanos si se compara con los momentos más candentes de 2023.
El 13 de abril de 2023, el riesgo país de Bolivia llegó a los 1982 puntos, lo que llevó al Estado boliviano a tener los bonos más riesgos de América Latina, detrás de Venezuela y Argentina. En aquel momento había serias dudas de si el Banco Central de Bolivia (BCB) podía quedarse sin reservas, ya que la última información al respecto mostraba que las tenencias del ente emisor se encontraban en US$3.538 millones y todo apuntaba a que seguirían en caída.
Sin embargo, el Gobierno logró revertir la situación mediante la Ley del Oro, destinada al fortalecimiento de reservas. La misma obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados el 21 de abril y ahí comenzó a descender el riesgo país, mientras que al 5 de mayo el Senado le dio la aprobación definitiva.
Más recientemente, el 7 de julio el Banco Central de Bolivia aprobó el reglamento de compra de oro destinado al fortalecimiento de reservas.
Pero este no fue el único dato que llevó tranquilidad, sino que también el BCB volvió a informar el estado de las reservas el 6 de julio, tras varios meses de apagón: las mismas se mantuvieron estables, con una baja ínfima, respecto del último dato (cerraron el primer cuatrimestre en US$3.158 millones).
Cabe destacar que el riesgo país se mide a partir del Indicador de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI, por sus siglas en inglés) y sube o baja a partir de lo que sucede con los precios de los bonos que emiten los Estados. Es calculado por JPMorgan y permiten conocer la sobretasa que debe pagar un país si quiere emitir deuda, en comparación con la tasa libre de riesgo, que es la del Tesoro estadounidense.
Siguen los temores respecto de la deuda
Si bien los bonos bolivianos recuperaron algo del terreno perdido, hecho que se refleja en la caída del riesgo país respecto de lo que se observaba tres meses atrás, los temores sobre la sostenibilidad no se han disipado del todo.
Un artículo publicado por el diario El Deber reseñó que la deuda pública de Bolivia ya está por encima de tres umbrales de sostenibilidad establecidos por organismos internacionales, “lo que representa un riesgo para el país, ya que puede impedirle cumplir con los pagos por los créditos que adquirió y pone más presión sobre la inflación”.
Asimismo, El Deber destacó que los ratios de solvencia de la deuda pública, que incluyen no solo el endeudamiento externo, si no también el interno, están en 40% en relación al Producto Interno Bruto (PIB), según el Mercado Común del Sur (Mercosur); en 50%, de acuerdo con la Comunidad Andina (CAN), el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional; y en 60%, en los países de la Unión Europea.
Pero la deuda pública de Bolivia (US$34.665,7 millones) está en 78,2% del PIB, si se toman en cuenta los US$44.315 millones producidos en 2022, y en 74,6%, si el cálculo se hace con los US$46.469 millones previstos para 2023.
Según datos del Banco Central de Bolivia (BCB) y del Ministerio de Economía, la deuda externa llegó a US$13.362,7 millones a abril de 2023, la interna a US$15.155 millones a noviembre de 2022 y la de las empresas estatales a US$6.148 millones a junio de 2022, entre las principales.