Encuestadores españoles subestimaron temores de catalanes a la extrema derecha

Sánchez pasó los últimos días de su campaña haciendo foco en la amenaza de una coalición de derecha a las relaciones con Cataluña y la región vasca

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Bloomberg — Las encuestas españolas calcularon mal el aumento del apoyo al Presidente socialista Pedro Sánchez en los últimos momentos previo a las elecciones, subestimando el impacto de los temores a una posible coalición de derechas.

En contra de la mayoría de las previsiones, el candidato favorito, el conservador Alberto Núñez Feijóo, obtuvo 136 escaños, lo que deja a su bloque de derechas sin mayoría parlamentaria. Además, el Partido Popular de Feijoo sólo aventajó en 14 escaños a los socialistas.

Con Feijóo intentando formar una alianza de gobierno con el grupo de extrema derecha Vox, el Presidente Sánchez hizo hincapié estratégicamente en la amenaza que esto supondría para la agenda progresista de su gobierno y para las relaciones con Cataluña y la región vasca en los últimos días de la campaña.

“En el último tramo de la carrera, el miedo del votante de izquierdas, que se quedó en casa en las últimas elecciones locales, a la amenaza fascista ayuda a explicar esto”, dijo Narciso Michavila, director de GAD3, que tenía uno de los mejores historiales entre los encuestadores locales antes del domingo. Su encuesta, publicada tras el cierre de las urnas el domingo por la noche, predijo incorrectamente que los partidos de derechas obtendrían una cómoda mayoría y que el PP tendría 150 escaños.

Un repunte de los votos socialistas, sobre todo en Cataluña y el País Vasco, llevó a GAD3 a sobreestimar los resultados del PP en unos 2 puntos porcentuales, dijo Michavila en un acto en Madrid el lunes. Los separatistas de esas dos regiones han sido un objetivo particular para Vox, que quiere revocar los amplios poderes de que disfrutan en virtud del sistema de gobierno altamente descentralizado de España.

En Cataluña, el Partido Socialista obtuvo 19 de los 48 escaños, su mejor resultado en 15 años.

Otra encuesta postelectoral de Sigma Dos pronosticaba también un resultado mucho mejor para el PP, con una posible mayoría para el bloque de derechas.

Muchos simpatizantes socialistas se quedaron en casa durante las elecciones locales de mayo y Sánchez galvanizó a sus bases advirtiéndoles de que un gobierno de derechas reduciría los derechos al aborto y a la eutanasia y recortaría las ayudas a la comunidad LGBTQ. Las coaliciones PP-Vox en decenas de ciudades y regiones han retirado las banderas arco iris de los ayuntamientos desde que ganaron en mayo y han cerrado instituciones para promover la igualdad de género.

A pesar del cambio de apoyo de los grupos separatistas a los socialistas, es el grupo independentista Junts per Catalunya el que podría desbloquear un tercer mandato para Sánchez mientras intenta resolver el problema de las matemáticas parlamentarias. Aun así, lo más probable es que España repita elecciones en los próximos meses.

“Sabíamos que la tendencia de la izquierda era al alza una semana antes de la votación, pero las encuestas subestimaron ese repunte”, dijo Pablo Simón, profesor de política de la Universidad Carlos III que intervino en el mismo acto que Michavila. “Los resultados muestran que el bipartidismo gana fuerza, pero la inestabilidad está lejos de acabar”.

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