Bloomberg — Tras la advertencia de EE.UU. de que Rusia ha colocado minas en los puertos ucranianos de cereales, los precios del trigo experimentaron otra subida, lo que se tradujo en una ganancia del 13% en un lapso de tres días.
Estos acontecimientos han acabado con las esperanzas de que Ucrania mantenga sus exportaciones de grano a través del Mar Negro, una ruta marítima históricamente vital. En su lugar, el país se verá obligado a navegar por vías más estrechas y complicadas para suministrar cereales a los mercados mundiales.
Las acciones muestran que Rusia está intensificando sus esfuerzos para militarizar el comercio de alimentos en medio del conflicto bélico, al tiempo que Ucrania se sigue manteniendo como un importante proveedor mundial de cereales. Recientemente, Rusia puso fin al acuerdo sobre cereales del Mar Negro, un ejemplo previo de cooperación durante el conflicto, que había facilitado el flujo comercial durante cierto tiempo.
En los días transcurridos desde su retirada del acuerdo, acordado inicialmente hace un año, Rusia ha atacado repetidamente la infraestructura agrícola de Ucrania, bombardeando puertos y dañando terminales de cultivo. El mayor productor ucraniano de aceite de girasol, Kernel SA, declaró que los daños en una de sus instalaciones podrían tardar al menos un año en repararse.
El ataque a estas infraestructuras “marca una nueva fase del conflicto”, según el asesor Agritel, con sede en París. Además, la capacidad de exportación se interrumpe al mismo tiempo que muchos de los cultivos ucranianos están a punto de cosecharse.
Todos los buques que utilizaban el corredor del Mar Negro habían partido de Ucrania antes de que se cerrara el acuerdo sobre el grano. El último buque, el TQ Samsun, pasó la inspección de salida el lunes en Estambul. Los puertos del Mar Negro son una arteria vital para las ventas de la cosecha ucraniana al extranjero, ya que antes representaban la mayor parte de sus envíos.
El cierre -y las nuevas amenazas al transporte marítimo por parte de Rusia- acentuarán la necesidad de rutas alternativas para llevar las cosechas ucranianas al mercado. Durante la guerra, el país ha aumentado su dependencia de los puertos del Danubio y de las rutas ferroviarias y por carretera a través de la Unión Europea.
El repunte de los cereales despertó nuevos temores de inflación alimentaria. Hasta hace poco, los precios se habían moderado, debido en parte al acuerdo del Mar Negro. Pero los costos de muchos productos elaborados con trigo, como la harina y los cereales para el desayuno, han seguido subiendo. Los riesgos en el suministro de cereales pueden volver a elevar los costos para los fabricantes de alimentos.
“Estamos trabajando con todos los socios internacionales para asegurarnos de que el grano no se pudra en los silos de Ucrania en las próximas semanas, sino que llegue a las personas del mundo que lo necesitan desesperadamente”, declaró a la prensa la Ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, antes de una reunión de Ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea en Bruselas.
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