Bloomberg — Tras una cumbre con líderes europeos que puso de relieve las tensiones en torno a la guerra en Ucrania, el Presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva manifestó que el mundo está cada vez más cansado del conflicto. En esa línea, subrayó su compromiso con los esfuerzos de paz y su empeño en mediar en un acuerdo entre el ruso Vladimir Putin y el ucraniano Volodymyr Zelenskiy. Además, criticó al presidente chileno Gabriel Boric por su posición contraria a Moscú en relación al conflicto.
“El mundo empieza a cansarse. Los países están empezando a cansarse”, dijo Lula a periodistas en Bruselas el miércoles. “Así que llegará el momento en que habrá paz. Y entonces tendrá que haber un grupo de países capaces de hablar con Rusia y de hablar con Ucrania”.
En una cumbre de dos días entre líderes de la Unión Europea, América Latina y el Caribe celebrada a principios de esta semana, la UE no logró que las conclusiones de la reunión mencionaran explícitamente a Rusia por su invasión, ni condenaran a Moscú. Nicaragua se negó a firmar. Lula ha evitado señalar a Moscú como principal culpable del conflicto, afirmando que Zelenskiy y Joe Biden también eran culpables por no negociar más con Putin.
En cuánto a las críticas a su homólogo chileno: Boric había instado a sus colegas latinoamericanos a condenar claramente la guerra, argumentando que Rusia había violado el derecho internacional y que “hoy es Ucrania, mañana podría ser cualquiera de nosotros”.
“Posiblemente, la falta de costumbre de participar en estas reuniones hace que una persona joven tenga más ganas, más prisa”, dijo Lula en respuesta a una pregunta. “Tenemos que entender que no todo el mundo está de acuerdo con nosotros, no todo el mundo tiene la misma prisa, tiene la misma opinión sobre algo”.
En la cumbre, la reticencia de Lula a aceptar cualquier lenguaje duro sobre Rusia decepcionó a los países de la UE y reforzó a las naciones latinoamericanas -incluidas Cuba y Venezuela- que se habían opuesto a una postura dura, según los funcionarios. Según un alto diplomático, Lula no quería molestar a Rusia. El presidente francés, Emmanuel Macron, sin embargo, le elogió por ser “capaz de tender puentes”.
Altos funcionarios de la UE insistieron en que la declaración final era un gran logro porque mencionaba la “guerra contra Ucrania” y estaba firmada por todos los países menos Nicaragua, pero Lula insistió repetidamente el miércoles por la mañana en que su posición no había cambiado.
Cuando el canciller alemán, Olaf Scholz, visitó Latinoamérica en enero, Lula rechazó su petición de enviar munición a Ucrania. El ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, en una reunión con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, dijo en abril que las sanciones económicas impuestas a Rusia están pasando una factura innecesaria a naciones que no están implicadas en el conflicto. Brasil se ha negado a participar en las sanciones.
Lula se mostró “muy optimista” respecto a la conclusión de un acuerdo comercial con los países del Mercosur -Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay- para finales de año. Las negociaciones se remontan a hace más de 20 años. Los países latinoamericanos han rechazado el “Pacto Verde” de la UE y las normas para reducir las emisiones de CO2, que incluyen condiciones estrictas para acceder al mercado europeo.
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