Bloomberg — Los líderes de la Unión Europea están buscando revitalizar su relación con América Latina, pero sus esfuerzos se están viendo obstaculizados por las continuas disputas en torno a la invasión rusa de Ucrania.
Un objetivo clave para Europa en la cumbre es buscar un mayor apoyo a Ucrania en sus esfuerzos por contrarrestar la invasión rusa, reducir el dominio de China y garantizar el acceso a materias primas críticas para su transición digital y ecológica.
Pero los diplomáticos están enfrentados sobre una posible declaración que marque el final de la cumbre. La UE quiere una sección en la que se condene “la guerra en curso contra Ucrania”, se deplore “en los términos más enérgicos la agresión de la Federación Rusa” y se exija “su retirada completa e incondicional”, según un borrador visto por Bloomberg.
Los países de América Latina y el Caribe, sin embargo, prefieren actualmente “expresar su preocupación” por la guerra y apoyar los esfuerzos para un cese inmediato de las hostilidades, muestra el borrador.
Cuba y Nicaragua están entre los principales países que bloquean una postura más dura en la declaración contra Rusia por su invasión de Ucrania, según dos personas que pidieron no ser identificadas en conversaciones confidenciales.
“La guerra en el corazón de Europa arroja un manto de incertidumbre sobre el mundo y canaliza para fines bélicos recursos hasta entonces esenciales para la economía y los programas sociales”, dijo el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en la rueda de negocios. “La carrera armamentística hace aún más difícil afrontar el cambio climático”.
Acuerdo comercial
La UE y los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) llevan más de 20 años negociando un acuerdo comercial. Pero los países latinoamericanos han rechazado el “Pacto Verde” de la UE y las normas para reducir las emisiones de CO2, que incluyen condiciones estrictas para acceder al mercado europeo.
“Queremos debatir hoy cómo conectar aún más a nuestros pueblos, cómo conectar aún más a nuestras empresas, cómo reducir los riesgos, cómo fortalecer y diversificar nuestras cadenas de suministro y cómo modernizar nuestras economías de manera que se reduzcan las desigualdades y se beneficie a todos”, declaró Ursula von der Leyen, responsable de la Comisión Europea a la prensa al recibir a Lula.
Von der Leyen dijo el lunes en una conferencia empresarial previa a una cumbre de dos días en Bruselas con líderes de América Latina y el Caribe, que la UE planea invertir más de 45.000 millones de euros (US$50.600 millones) en la región a lo largo de estos años y hasta 2027.
La financiación procederá de diversos canales, incluidos fondos de la UE, contribuciones de los Estados miembros, bancos de desarrollo y el sector privado. La inversión se centrará principalmente en ámbitos clave como la energía limpia, las materias primas esenciales, la sanidad y la educación.
Al anunciar el objetivo, la UE intenta competir con la influencia china en la región. España tiene previsto contribuir con fondos públicos por valor de unos 9.400 millones de euros mediante una combinación de fondos de desarrollo, créditos a la exportación y otros instrumentos.
Von der Leyen dijo que todos los objetivos que se había fijado están “a nuestro alcance si conseguimos que el acuerdo Mercosur-UE cruce la línea de meta”. Añadió que la UE “invertirá con fuerza en América Latina y el Caribe”.
Lula declaró a los periodistas que su país quiere compartir su “intensa actividad económica” con los socios de la UE y Mercosur. “Y lo que es más importante, queremos profundizar con la Unión Europea la discusión -no sólo sobre desarrollo industrial y crecimiento económico- sino que queremos discutir profundamente la cuestión climática”, añadió.
--Con la colaboración de Lyubov Pronina, Joao Lima y Sofia Gerace.
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